El próximo 5 de noviembre, los ciudadanos de Estados Unidos acudirán a las urnas para elegir a su próximo presidente y vicepresidente, además de otros cargos públicos. Aunque la mayoría vota el día de las elecciones, existen diferentes métodos de votación anticipada que los votantes pueden utilizar en función de las regulaciones de cada estado. Este proceso culmina con el Colegio Electoral, el cual es determinante para la elección del nuevo líder del país.
Si bien el día principal de las elecciones es el primer martes de noviembre, en este caso el 5 de noviembre, los votantes tienen la opción de emitir su voto con anterioridad. En varios estados, los ciudadanos pueden votar de manera anticipada, bien sea en persona acudiendo a la oficina estatal o local de elecciones, o bien por correo enviando una boleta electoral que se solicita previamente. Cada estado tiene diferentes periodos y normas para estas modalidades de votación anticipada, por lo que es fundamental que los votantes se informen sobre las reglas específicas de su estado.
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¿Por qué es clave el Colegio Electoral para ganar la elección?
A diferencia de otros cargos públicos como senadores y representantes, cuyo destino es determinado por el voto popular, la elección del presidente y vicepresidente depende del Colegio Electoral. Este sistema, vigente desde la fundación de los Estados Unidos, se basa en la representación de cada estado en el Congreso.
Cada estado tiene un número de electores igual a la cantidad de miembros que tiene en la Cámara de Representantes, más dos senadores. Así, estados más grandes como California tienen más electores, mientras que los menos poblados tienen una representación menor. En total, el Colegio Electoral está compuesto por 538 electores, y para ganar la presidencia, un candidato necesita al menos 270 votos electorales.
El proceso electoral es claro, después de que los ciudadanos emiten su voto popular en cada estado, los electores del mismo emiten sus votos basados en los resultados del voto popular. En 48 estados y en Washington D.C., todos los votos electorales se asignan al candidato que haya obtenido la mayoría del voto popular en dicho estado. Sin embargo, Maine y Nebraska siguen un sistema distinto que permite una división proporcional de los votos electorales.
Aunque el voto popular es un indicador del apoyo nacional a los candidatos, no siempre garantiza la victoria. Casos como el de las elecciones de 2000 y 2016, cuando los candidatos ganadores del Colegio Electoral no obtuvieron la mayoría del voto popular, destacan las peculiaridades de este sistema. En el 2000, George W. Bush ganó la presidencia pese a perder el voto popular, y en 2016, Donald Trump logró la victoria en el Colegio Electoral, a pesar de que Hillary Clinton obtuvo más votos populares a nivel nacional.
De cara a las elecciones de 2024, los votantes deberán estar atentos no solo al proceso de votación, sino también al papel decisivo que jugará el Colegio Electoral para definir el rumbo del país.
AM