Al menos 15 personas murieron el 26 de octubre, y decenas resultaron heridas en un atentado contra el principal santuario chiita del sur de Irán, reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI).
El ataque fue perpetrado por un individuo durante la plegaria vespertina en el mausoleo de Shah Cheragh, de la ciudad de Shiraz, indicó el gobernador de la región, Mohammad-Hadi Imanieh, a la televisión local.
El agresor abrió fuego a ciegas contra los fieles en ese mausoleo, donde se halla la tumba de Ahmad, hermano del imán Reza, una de las figuras más veneradas del chiismo.
"Un solo terrorista está involucrado en este ataque", aseguró el jefe del poder Judicial local, Kazem Mousavi, dando parte de un balance de por lo menos 15 muertos y 19 heridos.
Medios locales afirmaron que el autor del ataque, afiliado al grupo takfiri fue detenido por las autoridades.
El término 'takfiri' en Irán y otros países designa a los integrantes de grupos radicales sunitas, otra rama del islam.
La televisión refirió que las fuerzas de seguridad hirieron al atacante y que este está siendo sometido a una intervención quirúrgica en el hospital.
El presidente iraní, Ebrahim Raisi, prometió una respuesta severa y condenó a los enemigos de Irán que buscan dividir las filas unidas del país mediante la violencia y el terror, según un comunicado de su despacho.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó ‘fuertemente’ el ataque terrorista en el santuario, dijo su portavoz Stephane Dujarric.
El grupo Estado Islámico (EI) reivindicó el atentado y dio un balance de víctimas mayor que el oficial.
Un testigo declaró a la agencia oficial Irna que escuchó gritos de mujer y que el atacante entró y disparó en el santuario.
Las imágenes publicadas por los medios oficiales mostraron un baño de sangre, con cadáveres cubiertos por sábanas.
Se trata del segundo atentado de este año contra un lugar de culto chiita de Irán, un país de 83 millones de habitantes, donde esa rama del islam es religión de Estado.
MQ