ESPECIAL.- En Estados Unidos, decenas de personas están recibiendo una tercera dosis de la vacuna contra Covid-19 esta vez con ajustes para combatir las mutaciones del virus.
Las vacunas actualmente disponibles en Estados Unidos ofrecen una gran protección. Pero nuevos estudios de actualizaciones experimentales de las vacunas de Moderna y Pfizer representan un primer paso con miras a una alternativa si el virus se hace resistente a las vacunas de hoy.
“Hay que adelantarse al virus”, dijo la doctora Nadine Rouphael, de la Universidad de Emory, que está ayudando a conducir el estudio de la nueva versión de Moderna. “Sabemos lo que es estar rezagados respecto al virus”.
No está claro si la protección que ofrecen las vacunas se va a diluir, haciendo necesarias nuevas vacunas, pero, “realísticamente, queremos que el COVID pase a ser apenas un resfriado”.
Los virus evolucionan constantemente y ya hay dando vueltas una variante que se propaga más fácilmente detectada inicialmente en Gran Bretaña. Afortunadamente, puede prevenirse con las vacunas.
Pero se teme que la primera generación de vacunas no sea tan eficaz ante otra variante surgida en Sudáfrica. Todos los laboratorios que produjeron vacunas están buscando formas de combatir el virus B.1.351 en caso de ser necesario. Ahora se están ensayando dosis experimentales de Moderna y Pfizer.
La Universidad de Emory, en las afueras de Atlanta, les pidió a las personas que participaron en los estudios de la primera vacuna que ayuden con esta actualización.
El voluntario Cole Smith dijo que no lo tuvo que pensar demasiado.
“La primera fue un gran éxito y millones de personas están siendo vacunadas”, declaró Smith a la Associated Press. “Si ayudamos a la gente con la primera, ¿por qué no ofrecerse para ayudar con esta nueva vacuna?”.
Los investigadores de Emory y de otros tres centros médicos también están reclutando voluntarios que no han recibido vacuna alguna contra el COVID-19.
El objetivo no es solo determinar si la tercera dosis de Moderna funciona contra la nueva variante del virus. También se trata de comprobar si dos dosis de la nueva vacuna serían suficientes. O una de cada vacuna. O si se puede combinar las dos vacunas en una.
La Administración de Alimentos y Medicinas de Estados Unidos autorizó a Pfizer y a su socio, el laboratorio alemán BioNTech, para que hagan experimentos similares con su vacuna.
Las vacunas de Moderna y Pfizer, igual que la mayoría de las vacunas que se están usando en todo el mundo, entrenan al cuerpo para que reconozca la proteína S de la capa externa del coronavirus.
Es común que haya mutaciones en los virus, pero si se producen demasiadas, pueden escapar a un sistema inmunológico pensado para detectar intrusos.
Lo bueno es que es bastante sencillo actualizar las vacunas de Moderna y de Pfizer.
Los estudios lanzados este mes abarcan pocos cientos de personas, comparado con las miles usadas para ensayar las vacunas originales.
cog