WASHINGTON. — Las selecciones del presidente electo Joe Biden para su equipo de salud apuntan a un manejo federal más firme de la estrategia nacional contra el COVID-19, la restauración de un énfasis en la ciencia para fundamentar la toma de decisiones y un énfasis en la distribución equitativa de vacunas y tratamientos.
Con el anuncio este lunes de que el secretario de Justicia de California Xavier Becerra es su nominado a secretario de Salud y Servicios Humanos, y media docena de otros nombramientos fundamentales, Biden aspira a dejar atrás los dramas personales que surgieron en ocasiones durante el gobierno del presidente Donald Trump.
Espera encaminar nuevamente la respuesta federal hacia un enfoque más metódico, buscando resultados mediante la aplicación de conocimiento científico en lo que dice se hará de manera disciplinada y transparente.
“Aún vamos a tener una alianza federal, estatal y local”, comentó el doctor Georges Benjamin, director ejecutivo de la Asociación Estadounidense de Salud Pública, una organización sin fines de lucro.
“Pienso que habrá una mejor orientación de parte del gobierno federal y van a trabajar de manera más colaborativa con los estados”.
De cierta manera, lo que Biden tiene no es aún un equipo, sino un conjunto de funcionarios asignados a cargos clave.
Algunos de ellos ya han estado trabajando de manera conjunta como miembros del grupo de asesores del presidente electo contra el coronavirus. Otros deberán adaptarse rápidamente.
Al anunciar la mayoría de los puestos fundamentales en un solo paquete, Biden está indicando que anticipa que los funcionarios que ha nombrado trabajen en conjunto y no como líderes de sus propios feudos.
“Estas no son personas territoriales”, dijo Drew Altman, director general de Kaiser Family Foundation, un grupo apartidista dedicado a la información y análisis de la atención médica. Pero “depende del gobierno (de Biden) convertirlas en un equipo efectivo”.
En Washington existe un dicho, en ocasiones atribuido al expresidente Ronald Reagan, que reza: “El personal es política”.
A continuación, un vistazo a lo que las selecciones de Biden en materia de salud indican sobre las políticas que posiblemente implemente su gobierno.
UNA GESTIÓN FEDERAL MÁS FIRME
La selección de Becerra como secretario de salud y del empresario Jeff Zients como coordinador de la Casa Blanca contra el coronavirus destacan un papel federal más asertivo contra el COVID-19.
En el gobierno de Trump en ocasiones se dejaba a los estados a que resolvieran las cosas por su cuenta, tal como sucedió cuando la Casa Blanca les pidió llevar a cabo pruebas diagnósticas a los residentes de todos los asilos de ancianos sin proporcionar ninguna infraestructura, sólo para rectificar dicha omisión más adelante.
Zients se ha hecho de cierta reputación al rescatar programas gubernamentales que han pasado por problemas como el sitio web del “Obamacare”, HealthCare.gov. Becerra tiene experiencia al frente del Departamento de Justicia de California, que es más grande que el gobierno de algunos estados.
Kathleen Sebelius, exsecretaria de Salud y Servicios Humanos, conoce a ambos luego de haber trabajado durante el gobierno del presidente Barack Obama, y asegura que no cree que laboren con objetivos contrapuestos.
Como secretario, Becerra “no puede levantarse cada mañana y pensar únicamente en el COVID”, dijo.
“Trabajará en el COVID y coordinará los activos de la FDA (siglas en inglés de la Administración de Alimentos y Medicamentos), de los CDC (siglas en inglés de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) y de los NIH (iniciales en inglés de los Institutos Nacionales de Salud), pero también tendrá muchas otras cosas que hacer”. En tanto, “Zients será el maquinista que se asegure de que los trenes salgan a tiempo”.
Los estados están listos para que las autoridades federales asuman un papel más asertivo, aseguró.
“Los gobernadores — republicanos y demócratas — están ansiosos de tener, finalmente, a un aliado federal”, comentó. “No sólo se han sentido abandonados, sino también inciertos sobre lo que salía de la Casa Blanca”.
LA CIENCIA EN PRIMER PLANO
La selección de Biden de la doctora Rochelle Walensky, experta en enfermedades infecciosas, para encabezar los CDC, la promoción del doctor Anthony Fauci al puesto de asesor médico, y el regreso del doctor Vivek Murthy como director de salud pública están siendo interpretados en la comunidad médica como la restauración del tradicionalmente importante papel de la ciencia en las emergencias de salud pública.
“Significa que el plan de respuesta se basará en la ciencia de la salud”, dijo la doctora Nadine Gracia, vicepresidenta ejecutiva de Trust for America's Health, un grupo sin fines de lucro dedicado a promover la salud pública.
Con Trump, “aquellos que nos dedicamos actualmente a la medicina quedamos consternados”, dijo la doctora Wendy Armstrong, especialista en enfermedades infecciosas en la facultad de medicina de la Universidad Emory.
“Los individuos con la mayor pericia no han tenido la voz que muchos quisiéramos que hubieran tenido... Esto me indica que el gobierno está listo para poner a los expertos en un sitio que pueda guiar su plan”.
Walensky, una experta sumamente reconocida en VIH, obtuvo experiencia sobre el coronavirus de primera mano como directora de enfermedades infecciosas del Hospital General de Massachusetts en Boston durante la primera oleada de la pandemia.
“Fue una auténtica líder en cuanto al COVID”, dijo el doctor Rajesh Gandhi, médico en enfermedades infecciosas del hospital general.
“Organizó las políticas de control de infecciones dentro del hospital, organizó el estudio de tratamientos, organizaba y encabezaba las pruebas”.
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