Lo que parecía una noche tranquila se convirtió en un día de catástrofe. El 18 de mayo, Claudia Jiménez escuchó ruidos extraños en su casa, por lo que salió corriendo de su cama y fue de inmediato a la sala. Cuando abrió la puerta de su apartamento en Phoenix, se sorprendió al ver llamas y humo llenando la entrada.
“Fue realmente aterrador: el fuego se estaba extendiendo por todo el lugar fuera de la puerta y las ventanas y en la escalera”, dijo Jiménez, de 40 años. “Entré en pánico porque sabía que esa era la única salida”, comentó a The New York Times.
Ella cerró la puerta y rápidamente agarró a sus dos hijas pequeñas y las empujó a su habitación. Eran poco después de las 4 am, dijo.
“Abrí la ventana del dormitorio y comencé a gritar: '¡Por favor, alguien! Espero que puedan escucharme, ¡necesitamos ayuda!'”, recordó; “Estaba completamente oscuro y no había nadie alrededor. Me di cuenta de que, para salvar a mis hijas, tendría que tirarlas por la ventana”.
Ella estaba en el segundo piso, a unos 15 pies del suelo. Estaba abrazada a sus hijas, Natalie Yanez-Jimenez, de 8 años, y Valerie Yanez-Jimenez, de 16 meses, mientras continuaba pidiendo ayuda a gritos.
“Estaba a punto de tirarlas cuando vi a este hombre venir hacia nosotros desde el otro lado de la cerca”, dijo Jiménez. “Grité: '¡Hay un incendio en el frente y no podemos salir! ¿Puedes atrapar a mis hijas? Inmediatamente saltó la valla”.
El hombre era Joe Hollins, de unos 20 años, dijo. Más tarde, Jiménez se enteró de que no tenía hogar y que había estado acampando con su esposa junto a un canal detrás del complejo de apartamentos cuando escuchó sus gritos de ayuda.
“Él dijo: '¡Date prisa! Tírenme a sus hijos y los atraparé'”, dijo Jiménez. “Estaba aterrorizado de que se lastimaran y le dije: '¡Por favor, no las dejes caer!'”.
Jiménez se asomó por la ventana y dejó caer a su bebé, Valerie, en los brazos de el hombre. Hollins atrapó a Valerie, como prometió que haría.
Natalie estaba aferrada a Coco, uno de los dos cachorros de la familia, así que luego bajó a Natalie y al perro lo más que pudo y luego los soltó. Hollins también los atrapó.
Luego, Jiménez le tendió al otro cachorro, Chloe, y Hollins le aseguró que la atraparía. Agarró con seguridad a la perra mientras Jiménez la sostenía sobre la barandilla y la soltaba.
Pero cuando fue el turno de Jiménez de saltar, dijo que se quedó helada de miedo.
“Tenía tanto miedo de saltar y le dije que no podía hacerlo”, dijo. “Seguía diciéndome, '¡Tienes que hacerlo! Vamos, te tengo'”.
En esos caóticos segundos, Jiménez también escuchó a Natalie gritar y llorar para que saltara. Miró a Hollins y se dio cuenta de que tenía que hacerlo. Rápidamente se bajó por el exterior de la ventana y soltó la repisa, dijo.
La mujer comentó que “Estaba muy agradecida con él”, […] “él nos salvó la vida”.
Cuando arribaron los bomberos, fueron ellos los que trabajaron durante la madrugada para erradicar por completo el incendio.
“La causa del incendio está bajo investigación”, comentó el departamento de bomberos de Phoenix.