WASHINGTON.- Las agencias de espionaje estadounidenses sospechan que Corea del Norte está fabricando nuevos misiles en las mismas instalaciones que fabricaban los artefactos balísticos capaces de llegar a territorio norteamericano, de acuerdo con un informe reciente del diario The Washington Post.
Las fuentes del Post hablaron bajo la condición de anonimato por tratarse de informes secretos de inteligencia.
Según estos funcionarios, fotos satelitales tomadas en semanas recientes y otras pruebas sugieren que se está trabajando en uno y posiblemente dos misiles balísticos intercontinentales de combustible líquido en un instituto de investigaciones en Sanumdong, en las afueras de Pyongyang.
El informe pone en duda las declaraciones triunfales del presidente Donald Trump luego de conversaciones sobre desarme con Corea del Norte el mes pasado.
Después de una ostentosa cumbre con el líder norcoreano Kim Jong Un, Trump tuiteó que “ya no existe una amenaza nuclear de Corea del Norte”. La asesora presidencial Kellyanne Conway restó importancia al informe del Post el martes.
“Sugiere que esto es un proceso”, dijo a Fox News acerca de los esfuerzos de Estados Unidos para desnuclearizar Corea del Norte.
Más tarde añadió que “las cosas no cambian de la noche a la mañana”. Trump aseguró la semana pasada que el plan de su gobierno para desmantelar el armamento nuclear norcoreano “avanza muy bien”.
Poco antes el sitio web 38 North, que sigue los sucesos en Corea del Norte, exhibió imágenes satelitales recientes que parecían mostrar el desmantelamiento en Sohae.
Sin embargo, la declaración del presidente parecía contradecir la de su secretario de Estado, Mike Pompeo, según la cual el paso debería ser confirmado por inspectores internacionales y Corea del Norte seguía produciendo combustible para armas nucleares a pesar de las promesas de desnuclearización de Kim.
Pompeo dijo que había “un camino muy largo que recorrer” antes de declarar que Corea del Norte había dejado de constituir una amenaza nuclear.
Según, los agentes estadounidenses sospechan que la estrategia norcoreana consiste en asegurar que se han desnuclearizado totalmente y destruir 20 ojivas mientras conserva decenas más.