BUENOS AIRES.- Evo Morales, expresidente de Bolivia refugiado en Argentina, tuvo su primera reunión con dirigentes sociales y del partido que lo representó en las últimas elecciones, Movimiento al Socialismo (MAS), para “hacer una evaluación política y planificar para la campaña” escribió esta mañana en su cuenta de Twitter.
La declaración la realizó dos días después de que la ministra del exterior del gobierno que lo sucedió, Karen Longaric, asegurara que Morales tiene “absolutamente prohibido” emitir opiniones políticas sobre el país que “supuestamente lo persigue”.
La tarde del sábado la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, anunció una inminente orden de aprehensión contra el exmandatario boliviano, quien actualmente es investigado por sedición y terrorismo, informó el medio local boliviano La Razón.
La declaración de Áñez fue una advertencia para resaltar que Morales no sería bienvenido en el país, pues en el momento que ingrese al territorio nacional será detenido.
La mañana de este domingo Morales también señaló que los cambios realizados a la Ley de Garantías Constitucionales, con los que se bloquea la entrega inmediata de salvoconductos a exiliados políticos, así como la detención por cuestiones políticas, tienen carácter dictatorial.
Esta ley, que el viernes fue modificada en acuerdo con las fuerzas políticas en la cámara de diputados, era un pacto aprobado al principio de este mes, en el que se especificaba que los políticos y líderes de movimientos sociales no serían objetos de persecución después de la crisis política y se les otorgarían facilidades para salir del país.
Se especificaba que el convenio aplicaba a representantes de diversos poderes nacionales que salieron del país después de que Evo Morales anunciara su renuncia a la presidencia y su salida del país.
Morales salió de Bolivia el 10 de noviembre, después de que la Organización de Estados Americanos (OEA) declarara que el conteo de las urnas no había presentado una tendencia clara.
A la salida del expresidente se dio en medio de una crisis política que ha polarizado al país andino y generó disputas entre diversos sectores sociales.
El primer Estado que recibió al antiguo líder cocalero fue México, poco después viajó a Cuba para atender algunos problemas de salud y se dirigió a la ciudad de Buenos Aires donde se presume que continuará con el proceso electoral en contacto con algunos de sus seguidores y compañeros políticos.
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