El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, compareció ante las autoridades británicas para defender la continuidad de su cargo pese a la dimisión de al menos 15 miembros del gobierno.
Boris Johnson defendió este 6 de julio que seguirá adelante en su cargo incluso si pende de un hilo. Sin embargo el líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, lo acusó de dar un "espectáculo patético" en el último acto de su carrera política.
"El trabajo de un primer ministro en circunstancias difíciles, cuando se ha recibido un mandato colosal, es seguir adelante y eso es lo que voy a hacer", afirmó Boris Johnson.
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El 5 de julio los ministros de Salud, Sajid Javid y de Finanzas, Rishi Sunak, anunciaron casi al mismo tiempo sus dimisiones. Posteriormente les siguieron más de una quincena de otros miembros del gobierno y esto continuó el miércoles con varios secretarios de estado.
Entre ellos, Will Quince, responsable de Infancia y Familia, que afirmó "no tener otra opción" tras haber transmitido en los medios informaciones "inexactas" proporcionadas por la oficina de Johnson.
Otros miembros del ejecutivo, fieles a Johnson, defendieron el balance político del líder, que por la tarde debía comparecer ante el denominado ‘comité de enlace’, formado por los presidentes de las diferentes comisiones parlamentarias, entre ellos algunos de sus más acérrimos detractores en el seno de su Partido Conservador.
Sin embargo, las renuncias de Javid y Sunak, dos pesos pesados del ejecutivo y el partido, tuvieron lugar horas después de que Johnson se disculpara por enésima vez, reconociendo que cometió un "error" al haber nombrado en un importante cargo parlamentario a Chris Pincher, responsable conservador que la semana pasada renunció acusado de tocamientos en estado de ebriedad a dos hombres, uno de ellos diputado.
Tras haber afirmado lo contrario, Downing Street reconoció el martes que el primer ministro fue informado en 2019 de anteriores acusaciones contra Pincher pero que las había "olvidado".
La renuncia de Sunak tiene lugar en un contexto económico difícil, con la inflación disparada en el Reino Unido y acusaciones al ejecutivo de no hacer lo suficiente para ayudar a las familias.
Además, según sondeos, una mayoría de británicos considera a Boris Johnson un "mentiroso". Incluso en recientes reveses electorales, los últimos el 23 de junio en dos legislativas parciales, están convenciendo a un creciente número de rebeldes en el Partido Conservador de que Johnson ya no puede liderarlos hacia unas nuevas elecciones generales en 2024.
MRG