Un hombre de entre 84 y 85 años enfrentará cargos graves por supuestamente disparar contra un menor que tocó su timbre por error.
Ralph Yarl, la víctima de 16 años, estaba en estado crítico después de recibir dos disparos, uno de ellos en la cabeza. El hecho ocurrió el 13 de abril, cuando tocó el timbre de la casa equivocada mientras iba a buscar a sus hermanos mellizos al hogar de un amigo.
La indignación por el caso aumentó el fin de semana, tras conocerse que el hombre, que fiscales y medios dicen que tiene 84 u 85 años, había sido liberado sin cargos luego de permanecer 24 horas detenido.
Sin embargo, el lunes, el fiscal del condado de Clay, Zachary Thompson, anunció que el anciano, identificado como Andrew Lester, había sido acusado de agresión en primer grado y acción criminal armada. Su fianza se fijó en 200 mil dólares, más de tres millones de pesos.
"Pretender que la raza no es parte de toda esta situación sería esconder la cabeza en la arena", dijo el martes el alcalde de Kansas City, Quinton Lucas. "A este chico le dispararon porque era negro", agregó en declaraciones a CNN.
La Casa Blanca anunció que el presidente Joe Biden había hablado por teléfono con Yarl "y compartido su esperanza de una rápida recuperación". Mientras que la tía de Yarl, Faith Spoonmoore, dijo en una campaña de GoFundMe que su sobrino era un estudiante talentoso que soñaba con estudiar ingeniería química. Hasta esta mañana se habían recaudado más 2,8 millones de dólares para Yarl.
Si bien, los tiroteos mortales ocurren regularmente en Estados Unidos, un país de unos 330 millones de personas en el que se calcula que hay unos 400 millones de armas, el caso de Yarl ha suscitado una especial indignación, pues el país sigue lidiando con una larga historia de falta de rendición de cuentas por la violencia contra los afroestadounidenses.
MRG