Henrik Kriegbaum Plettner es un hombre danés que murió después de infectarse con una bacteria tras recibir una mordedura de su gato en Barcelona.
El hombre adoptó a una hermosa gatita y a sus gatitos de un refugio en 2018. La gata le mordió el dedo índice cuando intentó mover a uno de los pequeños. Henrik no le dio importancia a la mordida hasta que horas después la mano empezó a hincharse. Cuando se percató del efecto acudió al doctor, aunque lo atendieron un día después, según La Vanguardia.
Después de realizarse varias consultas, el hombre terminó en el hospital Kolding de Dinamarca.
Plettner estuvo un mes y se sometió a 15 operaciones, según información Daily Mail. Henrik avanzó en todas las recuperaciones sin embargo, las intervenciones no funcionaban, su dedo seguía sin funcionar correctamente, por lo que los médicos decidieron amputarlo cuatro meses después de las operaciones.
Aunque el hombre ya no tenía un dedo, su salud comenzó a empeorar, además el hombre tenía un sistema inmunológico debilitado, neumonía, gota y diabetes, según su mamá.
“El gato había mordido justo en un vaso sanguíneo, y cuando un gato muerde y saca el diente, el agujero se cierra y la bacteria se propaga", dijo su madre a medios locales.
Qué tan peligrosa es la mordedura de un gato
Las infecciones de los tejidos en las heridas por mordedura de gato suelen estar causadas por una bacteria patógena conocida como Pasteurella multocida. De acuerdo con el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), esta infección se suele producir por la mordedura o el arañazo de un animal y afecta a la piel y a los tejidos blandos de la zona de la herida.
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Los síntomas que puede causar una infección que se puede desarrollar entre 3 y 6 horas son: dolor intenso, inflamación y rápido desarrollo de celulitis. Además, puede aparecer fiebre.
No suele causar problemas graves por lo general, aunque sí pueden darse infecciones sistémicas e invasivas graves (sepsis y bacteriemia) en pacientes adultos con distintos y variados factores de comorbilidad.
En el caso de Plettner, la herida se cerró después de la mordedura del gato y no había sospechas de que la bacteria empezaría a propagarse por todo el torrente sanguíneo. La familia explica que este danés que murió en octubre, pero ahora lo han hecho público para que otros tomen en serio las mordeduras de gato.
“No teníamos idea de que estaba tan gravemente enfermo”, asegura la viuda, en declaraciones para La Vanguardia. “Ve al médico después de una mordedura, no pienses que es solo un gato”, termina.