Los incendios que azotan los alrededores de Los Ángeles, California, han forzado la evacuación de al menos 130 mil residentes y dejado a su paso un panorama desolador. Con más de dos mil viviendas, negocios y otras edificaciones dañadas o destruidas, y al menos cinco víctimas mortales, esta emergencia se perfila como una de las más devastadoras que ha enfrentado la región en su historia reciente.
El condado de Los Ángeles se encuentra en alerta máxima, con varios incendios arrasando comunidades de manera simultánea. El incendio de Eaton, que se desató en Altadena, se cobró la vida de cinco personas, cuyos cuerpos fueron encontrados en tres estructuras el martes por la noche. Las llamas avanzaron con tal rapidez que muchos residentes apenas tuvieron tiempo de escapar. Este desastre ha destruido más de mil estructuras en el área.
Otro punto crítico es el incendio de Palisades, que también ha dejado más de mil edificaciones destruidas o dañadas. A este escenario se suma el incendio de Sunset, que comenzó el miércoles en Hollywood Hills, provocando evacuaciones en el área de Runyon Canyon. La acumulación de emergencias simultáneas ha puesto al límite los recursos del Departamento de Bomberos del Condado de Los Ángeles.
“Intentamos conseguirles la ayuda que necesitaban. Estamos haciendo lo mejor que podemos. Pero no, no tenemos suficiente personal de bomberos en el condado de Los Ángeles entre todos los departamentos para manejar esto”, afirmó Anthony Marrone, jefe de bomberos del condado.
¿Cuáles pueden ser los factores que alimentan la catástrofe?
Aunque las causas de estos incendios están bajo investigación, las condiciones climáticas del sur de California han jugado un papel crucial en su propagación. Este invierno ha sido especialmente seco, a pesar de ser una temporada que habitualmente trae lluvias. La falta de precipitaciones ha creado un terreno propicio para el fuego, agravado por los intensos vientos de Santa Ana, que han alcanzado ráfagas de hasta 160 km/h.
Estos vientos cálidos y secos no solo dificultan las labores de extinción, sino que también transportan brasas ardientes, iniciando nuevos focos de incendio y haciendo casi imposible contener las llamas.
¿Los incendios se han vuelto más frecuentes?
La magnitud y frecuencia de los incendios forestales en Estados Unidos han ido en aumento durante las últimas dos décadas. Desde el año 2000, el promedio anual supera los 72 mil incendios, quemando cerca de 2.8 millones de hectáreas, el doble de lo registrado en la década de 1990.
En California, la temporada de incendios de 2020 marcó un hito devastador, con más de 10 mil incendios que arrasaron 1.6 millones de hectáreas. Ahora, los residentes de Los Ángeles enfrentan una nueva tragedia que pone de relieve la necesidad urgente de medidas preventivas y recursos adicionales para combatir esta creciente amenaza.
La comunidad espera que la contención de las llamas y el apoyo a los afectados lleguen con rapidez, pero las cicatrices que dejan estos desastres tardarán mucho más en sanar.
AM