Una serie de fuertes sismos que sacudieron el sur de Irán dejó al menos cinco muertos y más de 80 lesionados. Tres terremotos sucesivos de entre 10 y 16 kilómetros de profundidad afectaron la provincia de Hormozgan, especialmente la aldea de Sayeh Khosh.
De acuerdo al Instituto Sismológico de Estados Unidos, el primero terremoto se generó aproximadamente a las 02:00 horas, con una magnitud de 6 a una profundidad de 16 kilómetros.
Posteriormente, continuaron otros dos terremotos horas más tarde con una magnitud de 5, 7 y 6, respectivamente, a una profundidad de 10 kilómetros.
Mohamad Mokhber, primer vicepresidente iraní, llamó a los líderes locales para movilizar todos los medios posibles en la provincia y auxiliar a las víctimas.
A través de imágenes transmitidas en varios medios se podía apreciar a los edificios residenciales derrumbados en Sayeh Khosh. Los aldeanos pasaron la noche en la calle después del terremoto y se formaron colas largas frente a las gasolineras.
Además, se generó un apagón en alrededor de 30 aldeas de las zonas afectadas. Ambulancias y otros vehículos trataban de avanzar por carreteras obstruidas por los escombros, mientras las personas salían a las calles e intentaban recuperar los artículos de sus viviendas que fueron derrumbadas.
Tras el incidente, se llevaron a cabo operaciones de búsqueda y rescate de sobrevvientes, de acuerdo a la Media Luna Roja del país, misma que comunicó al gobernador de la provincia, Mehdi Dousti, que la mitad de la aldea de Sayeh Khosh terminó entre los escombros.
Por su parte, Ahmad Vahidi, ministro del interior, acudió a la provincia de Hormozgan y mencionó a la televisora estatal que era una prioridad del gobierno restaurar el agua y la electricidad.
Cabe destacar que Irán es una zona de alta actividad sísmica que se encuentra por encima de varias placas tectónicas.
AA