PARÍS.- Notre Dame es sin duda, uno de los atractivos típicos de París, junto al Museo del Louvre y la Torre Eiffel.
Ningún turista puede dejar la capital francesa sin haber conocido la Catedral de Notre Dame, de culto católico y sede episcopal de la ciudad. Es de estilo gótico y está dedicada a Nuestra Señora, es decir, María. Se localiza en la Isla de la Cité, en pleno Río Sena.
Las obras para construir esta Iglesia comenzaron en el año 1163 y finalizaron en 1345. Su estilo gótico demuestra las aspiraciones de la sociedad en esa época, cuando la ciudad resurgió en lo político y en lo económico, al ascender la burguesía adinerada.
El sitio elegido para erigirla tiene un curioso pasado detrás, ya que en la Isla de la Cité los celtas celebraban sus cultos en la antigüedad y también es el lugar donde existió la primera Iglesia de París, la Basílica de Saint-Etienne.
Varios arquitectos participaron en el proyecto de la construcción de Notre Dame, incluyendo diferentes modificaciones. En 1182 comenzaron a ofrecerse servicios religiosos. La primera gran alteración tuvo lugar a finales del siglo 17, en el Reinado de Luis 14, cuando los sepulcros y vidrieras se sustituyeron por elementos del estilo Barroco. Durante la Revolución Francesa muchos elementos de la Catedral de Notre Dame fueron destruidos y varios tesoros robados.
Después, al florecer la época romántica, la Iglesia empezó a verse con otros ojos. Un proyecto que duró 23 años restauró una gran parte de la construcción original, añadiendo gabletes en las ventanas, nuevas capillas interiores y altares y colocación de estatuas en la "Galería de los Reyes".
ilp