Un policía que iba a bordo de una motocicleta en Buenos Aires, Argentina, fue atacado a disparos por un hombre que iba en compañía de otro ladrón para robarle la moto, y un conductor que iba pasando en su camioneta se dio cuenta de lo que estaba pasando, puso marcha atrás y atropelló a uno de los delincuentes que había disparado al oficial.
La escena parecía llegar a su fin, pero no fue así: en cuestión de segundos, los delincuentes regresaron al sitio antes de la llegada de la policía y desataron una ráfaga de disparos contra los presentes en el lugar del asalto, en la esquina de las calles Delfor Díaz e Isabel del Maestro.
Eran las 17:30 horas cuando el pánico se apoderó de Hurlingham, una zona que había sido víctima de dos delitos en la última semana. Ayer, dos motochorros atacaron violentamente al gendarme Víctor Rodrigo Formichelli, quien se encontraba fuera de servicio y vestido de civil, con el objetivo de robarle la moto en la que se desplazaba.
Momentos antes, según captó una cámara de seguridad vecinal, una anciana y otra mujer habían ingresado a un domicilio, lo que evidencia que el violento incidente ocurrió a plena luz del día y en medio de las actividades habituales de los vecinos.
En la intersección de las calles Delfor Díaz e Isabel del Maestro, los delincuentes que se desplazaban en una Honda GLH 150 decidieron robar una moto Tornado, amenazando al conductor con una pistola y disparándole.
El ladrón que manejaba el vehículo se detuvo frente al gendarme, mientras su cómplice se bajaba y lo apuntaba con el arma. Sin previo aviso, le disparó en la pierna, haciéndolo caer al suelo. El gendarme, Víctor Rodrigo, redujo su velocidad debido al tránsito: tenía una camioneta blanca delante y otra detrás. Los ladrones aprovecharon esta situación para llevar a cabo el ataque.
Posteriormente, el motochorro que manejaba la Honda roja quedó detrás de una Renault Kangoo blanca, lo que permitió que el conductor de la camioneta blanca observara toda la secuencia del delito.
De inmediato, el conductor de la camioneta actuó, retrocediendo a gran velocidad para atropellar al ladrón que había disparado al gendarme y que esperaba a su compañero para escapar.
El ladrón atropellado fue arrastrado por la camioneta hasta la bocacalle. Herido por el impacto, se levantó y, con dificultad, corrió hacia la moto de su cómplice para intentar huir.
La moto de los delincuentes, dañada, quedó abandonada en la calle mientras los vecinos comenzaron a salir a la vereda para ver qué estaba sucediendo.
AA