Estados Unidos acusó ayer al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela de buscar “impedir” la reelección del líder opositor Juan Guaidó como jefe parlamentario con sobornos de hasta 500 mil dólares, y prometió reforzar las sanciones contra Caracas en pos de una transición política.
La Asamblea Nacional venezolana, vista por Washington como “la última institución democrática” del país y único poder controlado por la oposición, debe decidir el próximo 5 de enero si renueva el mandato de Guaidó, reconocido por Estados Unidos y medio centenar de países como presidente interino.
Guaidó, que desconoce la reelección de Maduro en mayo de 2018 por considerarla “fraudulenta”, invocó facultades constitucionales en enero pasado tras ser designado el frente del Legislativo, y se proclamó presidente encargado con el fin de propiciar la salida del mandatario y organizar nuevos comicios.
El gobierno de Donald Trump, que encabeza la presión internacional en favor de Guaidó, advirtió ayer que los ataques contra la Asamblea Nacional fueron continuos durante todo 2019, pero se recrudecieron en los últimos días, y anticipó que tomará medidas más duras contra Caracas.
“El régimen está utilizando una combinación de amenazas, arrestos y sobornos, hasta 500 mil dólares por voto, nos han dicho, para impedir la reelección de Guaidó”, dijo en rueda de prensa Elliott Abrams, el alto funcionario estadunidense encargado de los asuntos sobre Venezuela.
Explicó que “la evidencia proviene de personas a las que se les han ofrecido sobornos y nos lo han contado, o nos han dicho sobre la aceptación de sobornos por parte de algunas personas en la Asamblea Nacional”.
“Ese es el primer paso. El segundo será tratar de tomar el control de la Asamblea Nacional evitando elecciones libres en 2020”, dijo. “Es por eso que continuaremos nuestras sanciones y las fortaleceremos”, aseguró Abrams.
El Tesoro estadunidense ha puesto en su lista negra a más de un centenar de allegados a Maduro, y el Departamento de Estado ha revocado visas a cientos de personas. Además, la administración Trump impuso sanciones financieras a la petrolera estatal PDVSA, crucial para la economía venezolana, así como al gobierno y al banco central.
Abrams se negó a detallar nuevas sanciones; sin embargo, según medios locales, Washington estaría evaluando un bloqueo naval del petróleo venezolano destinado a Cuba.
“Está claro que la mayoría de la Asamblea Nacional continúa apoyando al presidente interino Juan Guaidó, al igual que la gran mayoría del pueblo venezolano”, dijo el principal diplomático estadunidense acreditado para Venezuela, James Story.