El 17 de enero falleció la hermana André, también conocida como Lucile Randon, una monja francesa que fue considerada la persona con la mayor edad conocida en el mundo, con 118 años.
La noticia acerca de la muerte de la monja fue anunciada por el asilo de la localidad de Toulon, en el sureste de Francia, en donde vivía, y que de acuerdo a los responsables del recinto, murió mientras dormía.
“Falleció a las 2 de la mañana”, precisó el portavoz del asilo, al dar parte del deceso de la monja, quien nació el 11 de febrero de 1904 en la ciudad francesa de Alès.
El título de persona más anciana del mundo no es atribuido por ningún organismo oficial, pero los especialistas estaban de acuerdo en que André era la persona de mayor edad de la que se podía verificar el estado civil.
Además, en el libro Guinness de los Récords le confirió ese rango el 25 de abril de 2022, luego del fallecimiento de la japonesa Kane Tanaka, a los 119 años.
André, en la última parte de su vida, ciega y en silla de ruedas, no ocultaba desde hacía algunos años cierto cansancio y confesaba que su deseo era morir pronto. “Dios no me escucha, debe estar sordo”, mencionó la monja en una entrevista de febrero de 2022.
Nacida en el seno de una familia protestante no practicante, la religiosa tomó los hábitos tardíamente, en la congregación de las Hijas de la Caridad, y trabajó hasta finales de los años 70. Sin embargo, continuó ocupándose de otros jubilados más jóvenes que ella.
“Se dice que el trabajo mata, pero a mí es el trabajo el que me hace vivir, pues trabajé hasta los 108 años”, explicó André.
Por su parte, David Tavella, encargado de comunicación del ancianato Sainte-Catherine-Labouré de Toulon, informó que sentían una gran tristeza, pero que André deseaba irse, reunirse con su hermano en el cielo, siendo esta una liberación.
AA