Una mujer fue condenada el 11 de octubre a cadena perpetua por haber asesinado a sus padres en Inglaterra, y haber vivido con los cadáveres durante cuatro años.
Se trata de Virginia McCullough, de 36 años, quien mató a sus madres y convivió con sus cuerpos desde junio de 2019 hasta que confesó su delito en 2023.
Su padre era John, de 70 años y su madre era Lois, de 71, sus cadáveres estaban escondidos en una especie de tumba casera que Virginia preparó en un armario. Y para disimular el crimen, contestó mensaje imitando sus voces.
Este asesinato doble fue descubierto después de que el doctor de las víctimas expresó su preocupación tras no saber nada de John y Lois por mucho tiempo, por lo que se abrió una investigación por desaparición que desembocó en Virginia debido a sus excusas sobre el paradero de sus padres.
Cuando la Policía de Essex irrumpió en la casa, la reacción de Virginia fue inquietante. "Debo mostrarles lo que hay en el piso de arriba. Está el cuerpo de mi padre", les dijo, casi sin mostrar emoción al entrar.
Cuando le preguntaron por su madre, respondió que la situación era "un poco más complicada".
Virginia insistió en subir a la planta alta, pero los agentes se lo impidieron para proteger la escena del crimen. Tras su confesión, le pusieron esposas por motivos de seguridad. Uno de los agentes le preguntó sobre el cadáver: "¿Dónde está tu mamá?". Ella respondió: "Arriba hay alrededor de cinco armarios. Está detrás de la cama, al fondo, junto al lavamanos".
¿Cómo mató a sus padres?
John McCullough, un profesor de estudios empresariales jubilado, había sido envenenado fatalmente y el cuerpo del hombre estaba escondido en una tumba construida rudimentariamente con bloques de hormigón y mantas.
El cadáver de su esposa, Lois, estaba escondido detrás de sacos de dormir y edredones en un armario del piso superior.
La señora McCullough había sido golpeada con un martillo y apuñalada, pero también había sido envenenada con medicamentos recetados que le había administrado su hija.
Aprovechándose de su buena voluntad, Virginia había estado viviendo sin pagar alquiler, usando su dinero y acumulando grandes deudas en tarjetas de crédito a nombre de ellos.
Las cartas falsificadas revelaron que la hija había engañado a sus padres haciéndoles creer que habían perdido dinero por estafas, cuando en realidad era dinero "desperdiciado" por ella.
Para ellos, ella tenía buenas credenciales, un empleo adecuado y trabajaba arduamente para convertirse en artista, un futuro que, según afirmaba, también beneficiaría a sus padres económicamente.
Sin embargo, ella estaba disfrutando de las recompensas financieras de manipular y abusar de la generosidad de sus padres.
En total, McCullough se benefició de 149 mil 697 euros tras el asesinato de sus padres, cantidad que se sumó a sus pensiones, gastos en tarjetas de crédito y la venta de activos.
El tribunal también escuchó que había gastado 21 mil euros en juegos de azar en línea entre 2019 y 2023.
AA