La titular de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, llegó a Taiwán este 2 de agosto pese a las advertencias de China.
La visita de la demócrata de 82 años es una supuesta amenaza para el país asiático, ya que China considera a Taiwán como una de sus provincias que aún no ha conseguido reunificar con el resto de su territorio desde el final de la Guerra Civil y evoca reiteradamente la posibilidad de recuperarla por la fuerza si fuera necesario.
La importancia de la visita de Pelosi radica en que por su cargo, es el tercer puesto de representación más importante de Estados Unidos, después del presidente y la vicepresidenta. Sin embargo, se comunicó que la presencia de Pelosi es una muestra al "apoyo incondicional" de Estados Unidos a la isla y que esta "no contradice" la política de Washington hacia China.
La recurrente tensión entre China y Taiwán
Las relaciones entre China y Taiwán, difíciles desde su separación de facto en 1949, son fuente de tensiones recurrentes entre Washington y Pekín, que se incrementaron con la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, a Taipéi.
Esta isla de 23 millones de habitantes convive con el temor de una invasión, pero esta amenaza se ha intensificado durante la presidencia de Xi Jinping. Al respecto, Estados Unidos sostiene una "ambigüedad estratégica" con respecto a si sus tropas intervendrían en un conflicto.
Los políticos estadounidenses suelen visitar discretamente Taiwán, pero un desplazamiento de Pelosi marcará un hito desde la última visita de un líder de la Cámara de Representantes en 1997.
En China, el diario The Global Times, un tabloide estatal planteó la idea de que Pelosi pueda usar la excusa de un aterrizaje de emergencia para aterrizar en Taiwán.
"Si se atreve a parar en Taiwán, sería el momento para encender el barril de pólvora que es la situación del Estrecho de Taiwán", dijo en Hu Xijin, un antiguo editor del Global Times y que ahora es comentarista.
MRG