La NASA informó que este 26 de septiembre intentaría algo que nunca habían hecho, desviar la trayectoria de un asteroide estrellando contra este una nave kamikaze. Esto se realizó como una prueba de defensa planetaria que debería permitir a la NASA el proteger a la Tierra de una eventual amenaza.
Alrededor de las 6:20 de la tarde, la NASA anunció que el impacto tuvo éxito, desviando el asteroide Dimorphos, que es del tamaño de un estadio de fútbol y además destacó que ya no representa una amenaza para la Tierra.
La nave, más pequeña que un automóvil, se estrelló a más de 20 mil kilómetros por hora contra su objetivo, al que alcanzó a la hora prevista, las 23H14 GMT.
Los equipos de la NASA, reunidos en el centro de control de la misión en Maryland, estallaron de felicidad ante las imágenes espectaculares del asteroide acercándose hasta poco antes del impacto.
Misión asteroide Dimorphos
La misión de redirección de asteroides DART (dardo, en inglés) despegó en noviembre desde California. Después de diez meses de viaje, la nave espacial deberá chocar contra el asteroide Dimorphos a las 23:14 horas, a una velocidad de más de 20 mil kilómetros por hora.
La nave no es más grande que un automóvil y el asteroide tiene unos 160 metros de diámetro (la mitad de la altura de la Torre Eiffel). Y, a diferencia de lo que ocurría en las películas Armageddon o Don't Look Up, Dimorphos no representa un peligro para la humanidad de ninguna manera, ya que su órbita alrededor del Sol pasa a solo siete millones de kilómetros de la Tierra en su punto más cercano.
Cabe mencionar que Dimorphos es en realidad el satélite de un asteroide más grande, Didymos (de 780 metros de diámetro), que cumple su órbita en 11 horas y 55 minutos. El objetivo es reducir la órbita de Dimorphos alrededor de Didymos en unos diez minutos.
Este cambio se puede medir con telescopios desde la Tierra, observando la variación de brillo cuando el asteroide pequeño pasa por delante del grande.
MGB