El 28 de junio, las acciones de Nike experimentaron una caída significativa debido a que las proyecciones anuales de la empresa de calzado no alcanzaron las expectativas, aumentando las preocupaciones entre los inversores sobre la reducción de la demanda y la competencia proveniente de nuevas marcas como On y Hoka, así como de su histórico rival Adidas.
La principal compañía de indumentaria deportiva a nivel mundial anticipa una disminución de los ingresos de un solo dígito durante el actual año fiscal, que comenzó este mes. Según las estimaciones recogidas por Bloomberg, los analistas esperaban un crecimiento de aproximadamente el dos por ciento para este año.
Las acciones experimentaron una caída de hasta un 19 por ciento, marcando la mayor disminución de Nike desde 2001. Durante la mañana, esta caída significativa eliminó aproximadamente 23.000 millones de dólares en valor de mercado. En los últimos 12 meses, las acciones ya habían registrado una caída del 17 por ciento.
Otros fabricantes de artículos deportivos, como JD Sports Fashion y Puma, también sufrieron pérdidas. Adidas inicialmente subió en Fráncfort el viernes por la mañana, pero más tarde la acción revirtió esa ganancia.
Después de años de liderazgo indiscutible, Nike enfrenta dificultades para replicar el éxito de sus zapatillas más populares, como las Air Force 1 y las Dunk. La situación financiera empeorada está incrementando la presión sobre el CEO, John Donahoe. Para abordar estos desafíos, el ejecutivo ha implementado despidos y otras medidas de ajuste, luego de que una estrategia para priorizar los canales de venta directos de Nike no alcanzara los niveles esperados de rentabilidad y expansión.
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En los últimos años, Nike ha disminuido su dependencia de las tiendas minoristas, las cuales ahora están promoviendo marcas competidoras. El aumento de la competencia de marcas más nuevas como On Holding y Hoka, de Deckers Outdoor, ha llevado a Nike a comprometerse a enfocarse en deportes, nuevos productos y socios mayoristas.
La situación contrasta con la estrategia de Adidas, donde su nuevo CEO, Bjorn Gulden, ha renovado el énfasis en los comercios minoristas y ha acelerado el lanzamiento de nuevos productos, como la popular zapatilla retro Samba, que ha generado un notable éxito y ha impulsado un periodo de crecimiento renovado. Además, ha refinado el enfoque de la empresa en el rendimiento deportivo.
En el último trimestre, los ingresos de Nike disminuyeron un 1.7 por ciento, alcanzando los 12.600 millones de dólares, por debajo del promedio de las estimaciones de los analistas. La marca Converse, reconocida por sus zapatillas Chuck Taylor, experimentó el mayor retroceso con una caída del 18 por ciento en sus ingresos, afectada por ventas débiles tanto en Norteamérica como en Europa Occidental.
AA