Turquía.-El amor entre un perro y un humano es infinito, así lo demostró Cemre, una niña de 9 años que caminó más de dos kilómetros para llevar a su lomito, llamado Pamuk, al veterinario. Pero la tarea no era sencilla, pues la nieve invadió en los últimos días la zona en donde vive: Düzpelit, un pueblo de Turquía en el que no hay veterinarias, esto obliga a sus habitantes a trasladarse hasta İkizce, la ciudad central de la provincia.
Sin embargo, a los oídos de la niña llegó la noticia de que un veterinario, Ogün Öztürk, se encontraba en una granja cerca de la zona por una emergencia médica. El especialista señaló al sitio The Dodo que había recibido por la mañana una llamada de un agropecuario para pedirle ir a su campo a atender a una vaca que se encontraba enferma.
Al enterarse de que un veterinario estaba a unos kilómetros de su domicilio, Cemre no dudó en caminar sobre la nieve con su perro sobre la espalda para llevarlo hasta dicho lugar.
Desde hace unos días, Pamuk estaba enfermo, pues no paraba de rascarse, si bien no era un caso grave, la niña se percató que debía recibir un tratamiento, así que decidió llevarlo con el veterinario para estar más tranquila.
Turquía.-El amor entre un perro y un humano es infinito, así lo demostró Cemre, una niña de 9 años que caminó más de dos kilómetros para llevar a su lomito, llamado Pamuk, al veterinario. Pero la tarea no era sencilla, pues la nieve invadió en los últimos días la zona en donde vive: Düzpelit, un pueblo de Turquía en el que no hay veterinarias, esto obliga a sus habitantes a trasladarse hasta İkizce, la ciudad central de la provincia.
Sin embargo, a los oídos de la niña llegó la noticia de que un veterinario, Ogün Öztürk, se encontraba en una granja cerca de la zona por una emergencia médica. El especialista señaló al sitio The Dodo que había recibido por la mañana una llamada de un agropecuario para pedirle ir a su campo a atender a una vaca que se encontraba enferma.
Al enterarse de que un veterinario estaba a unos kilómetros de su domicilio, Cemre no dudó en caminar sobre la nieve con su perro sobre la espalda para llevarlo hasta dicho lugar.
Desde hace unos días, Pamuk estaba enfermo, pues no paraba de rascarse, si bien no era un caso grave, la niña se percató que debía recibir un tratamiento, así que decidió llevarlo con el veterinario para estar más tranquila.