Ciudad del Vaticano, 26 May (Notimex).- El Papa abordó hoy con la cúpula del Consejo Episcopal Latinoamericano la crisis política y social que vive Venezuela, se mostró preocupado y animó a que la Iglesia en la región acerque la ayuda a su alcance.
Francisco se reunió este viernes por unos 45 minutos con los directivos del Celam encabezados por su presidente, el cardenal colombiano Rubén Salazar Gómez. La comitiva estuvo compuesta también por el secretario general, el mexicano Juan Espinoza Jiménez y por José Luis Lacunza Maestrojuán, presidente de Asuntos Económicos.
Durante el encuentro, que tuvo lugar en el Palacio Apostólico del Vaticano, se analizó la situación de los países que están pasando por “momentos álgidos”, según indicaron a Notimex dos de los prelados asistentes a la reunión.
“El Papa manifestó su preocupación por la situación, animó a que se haga lo que se pueda desde nuestra perspectiva de pastores, que no tenemos soluciones técnicas pero hay que apoyar, atender a la gente, animar porque es muy fácil caer en la desesperación”, reveló Lacunza.
La preocupación es compartida por la mayoría de los obispos de América Latina, quienes algunos días atrás sesionaron en su asamblea plenaria en El Salvador y emitieron un comunicado de duros términos sobre el problema en Venezuela.
Sobre esa declaración se habló con el líder católico, el primer posicionamiento contundente del Celam sobre esta crisis. El cardenal panameño aclaró que los obispos del continente habían permanecido en silencio para no empeorar la situación.
“Si nosotros el Celam nos habíamos mantenido callados fue a petición de los mismos obispos venezolanos, porque tenían miedo que cualquier intervención foránea pudiera significar que se diera al traste con todo”, explicó.
“Ahora se llegó a un momento en el cual creemos que ya no se podía quedar callados, que peor de lo que está la situación no se podría poner, por mucho de nosotros habláramos”, agregó.
Espinoza Jiménez, también obispo auxiliar de Morelia, sostuvo que el Consejo Episcopal ha dado un seguimiento muy cercano a las necesidades de los obispos venezolanos, pero absteniéndose de convocar a acciones concretas por considerar que “eso no iba a ayudar en mucho”.
Pero estableció que ahora las cosas cambiaron y por eso, como primer paso, el Celam convocó a una campaña latinoamericana de oración para que en todas las iglesias de la región la gente “se dé cuenta que esos hermanos están sufriendo y que es importante rogar a Dios por ellos”.
Al mismo tiempo, se invitó a todas las conferencias episcopales de la región a sumarse a una campaña de apoyo material para que, quien pueda, ofrezca alimentos y medicamentos. “Vamos a promover esa ayuda”, insistió.
“Es difícil porque Venezuela es un país de muchos recursos naturales pero desgraciadamente atraviesa por esta situación, es un país rico en el cual no se acepta que existe una crisis humanitaria cuando en realidad así es, hay gente que muere por falta de alimentos y medicinas, el pueblo está sufriendo”, describió.
Aseguró que “mucha gente de buena voluntad” está dispuesta a ayudar, pero reconoció que los conductos para hacer llegar esos productos “no son fáciles” e incluso Caritas Internacional fue bloqueada en su intento por hacer entrar al país los materiales.
Los obispos no especificaron cómo esa ayuda podría ser canalizada, aunque explicaron que es una tarea que le competerá cada conferencia episcopal miembro del Celam.
“Se está creando la conciencia de lo que ocurre, aunque no hay estadísticas de todo lo que está pasando y eso quizás es triste, difícil, duro. Uno de los logros de esas manifestaciones multitudinarias en Venezuela es llamar la atención internacional, para que se sepa que ahí está pasando algo y la mirada sea puesta en ese país”, insistió Espinoza Jiménez.