Luego de que una pareja de casados, procedente de Cataluña, falleció, dejó una herencia de cuatro millones de euros para un hospital y tres millones para una residencia de ancianos, es decir, el 75 por ciento de su patrimonio económico.
Se trata del matrimonio de Joan Bonada y Nuria Enrich, dos catalanes que alcanzaron su riqueza en Venezuela, país donde fundaron una imprenta. El mirado, después de la posguerra, se mudó a este sitio buscando una mejor vida, en donde conoció a su esposa.
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La pareja nunca tuvo hijos y vivió durante muchos años en Sudamérica, y hace tiempo optaron por regresar a España e instalar definitivamente en Puigcerdá, Girona, debido al conflicto político venezolano que había en aquel entonces.
Una vez que la pareja se había vuelto a instalar en Cataluña, la imprenta que dejaron en Venezuela todavía seguía activa, pese a que Joan y Nuria no regresaron al territorio venezolano.
En el edificio del Hospital de Cerdeña (al que dieron parte de su herencia) ya se puede leer una placa conmemorativa en recuerdo de la pareja. La donación se realizó hace poco, luego de que Joan murió hace dos años por covid, y Nuria en agosto de 2022.
“Este dinero tiene que ir destinado a inversiones, a cosas que pueda quedar para la población, ya que creemos que era el deseo con el que se hizo la donación”, manifestó el director del Hospital de Cerdeña, Xavier Conill.
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Antes de morir, Joan y Nuria aseguraron que no sabían exactamente para qué utilizarían el dinero los propietarios del Hospital de Cerdeña, pero sí mencionaron que esperaban que sirviera para mejorar los servicios del centro médico y que estaban orgullosos de la donación.
Los sobrinos de Joan detallaron que él era una persona visionaria para los negocios, y que era el menor de nueve hermanos, que tuvo que desplazarse a Venezuela como consecuencia de la pobreza que la posguerra había causado en Cataluña.
AA