El modelo de las parejas “living apart together” (LAT) está ganando popularidad entre las personas mayores. Aunque mantienen una relación estable, estas parejas eligen no compartir la misma vivienda, preservando su independencia y autonomía. Este fenómeno refleja los cambios sociales en una sociedad que envejece, pero en la que las personas mayores disfrutan de una mayor calidad de vida.
Cada vez son más las parejas mayores que deciden mantener sus relaciones sin convivir bajo el mismo techo, priorizando su libertad individual y respetando los hábitos adquiridos a lo largo de los años.
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“Las parejas LAT entre los mayores es un fenómeno emergente, ya que vivimos en sociedades envejecidas con muchas personas mayores que disfrutan de mayor calidad de vida que nunca”, confirma el sociólogo y psicólogo Ángel Castro.
¿Priorizan la independencia?
Para muchas de estas parejas, el hecho de no compartir una vivienda no disminuye la profundidad de su relación. Al contrario, les permite seguir siendo independientes mientras disfrutan de la compañía y el apoyo emocional de su pareja. Un ejemplo es el caso de Valle, una abogada española de 58 años, que lleva más de tres años en una relación a distancia con Remi, un informático holandés.
“Compartimos un proyecto de vida en común, pero no tenemos un hogar común”, comenta Valle, destacando que, pese a la distancia, su relación es estable y muy satisfactoria.
El sociólogo Pablo Redondo Mora, especialista en sociología familiar, señala que este modelo de relación es especialmente atractivo para personas que ya han pasado por una relación convencional.
“Muchas de estas personas han acumulado experiencias y esfuerzos en su propio hogar, lo que les hace más propensos a establecer relaciones estables sin renunciar a su pasado ni a su espacio personal”, explica Mora.
Para los seniors, la idea de compartir una vida sin perder su autonomía se ha convertido en una opción cada vez más común. Según estudio realizado en 2020, titulado "La Gestión de la Intimidad en la Sociedad Digital", revela que el 4% de las personas de entre 50 y 59 años en España mantiene una relación LAT. Este informe, financiado por la Fundación BBVA, es uno de los primeros en ofrecer datos cuantitativos sobre este tipo de relaciones en el país, destacando que es una tendencia en crecimiento.
¿Cómo ayuda la tecnología a esta tendencia?
En la era digital, mantener una relación a distancia es más fácil que nunca. Las parejas LAT suelen apoyarse en herramientas como videollamadas, WhatsApp y largas conversaciones telefónicas para mantenerse conectadas, especialmente cuando las circunstancias personales o laborales les impiden estar juntos físicamente.
“Lo que define a una pareja es el deseo de compartir un proyecto común y un vínculo afectivo, independientemente de que residan en la misma casa, ciudad o país”, subraya Ángel Castro.
Para las parejas más jóvenes, optar por este tipo de relación suele ser una situación temporal, motivada por razones laborales o económicas. Sin embargo, para las parejas mayores, lo que prima es la protección de su autonomía. Blanca, una profesional de 59 años de Zaragoza, lo confirma, pues lleva 11 años en una relación LAT con José, de 66 años, afirmando que aunque cada uno tiene sus hábitos y costumbres logran compartir una vida juntos.
Este fenómeno, cada vez más extendido, refleja un cambio en la forma en que las personas mayores abordan sus relaciones, priorizando el equilibrio entre el amor y la libertad personal.
AM