El jefe interino de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) renunció el martes ante la indignación causada por el descubrimiento de las condiciones precarias en las que se encuentran niños migrantes albergados en una de estación de la agencia en Texas.
La dimisión del comisionado John Sanders profundizó la sensación de crisis y se sumó a los rápidos cambios al interior de las agencias responsables de hacer cumplir la severa política migratoria del presidente Donald Trump.
El gobierno de Trump lidia con una cantidad sin precedentes de familias migrantes que cruzan la frontera, un aumento que ha provocado que los centros de detención estén muy por arriba de su cupo y ha desafiado la capacidad del gobierno de proporcionar atención médica y otros cuidados.
El gobierno se ha enfrentado a fuertes críticas en días recientes por las condiciones al interior de la instalación de la Patrulla Fronteriza en Clint, Texas, primero reportada por la agencia The Associated Press: alimentos inadecuados, falta de atención médica y niños mayores cuidando a los más pequeños.
En una carta dirigida a los empleados, Sanders dijo que dejará el puesto el 5 de julio. No explicó el motivo de su renuncia.
“Aunque les dejaré a ustedes decidir si fui exitoso, sin duda puedo decir que apoyar a los increíbles hombres y mujeres de la CBP ha sido la oportunidad más gratificante y satisfactoria de mi carrera”, dijo.
En una entrevista con la AP la semana pasada, Sanders responsabilizó de los problemas en la detención a la falta de financiamiento. Pidió que el Congreso aprobara 4 mil 500 millones de dólares en fondos de emergencia para atender la crisis, una propuesta de ley que la Cámara de Representantes planeaba abordar el martes.
Muchos niños fueron sacados del centro en días recientes, pero aproximadamente al mismo tiempo que Sanders anunció su dimisión, su agencia dijo que las autoridades regresaron a más de 100 menores a la estación migratoria. Una fuente de la CBP informó el martes que “la mayoría” de los 300 niños que estaban en la instalación en Clint, Texas, la semana pasada fueron reubicados en albergues de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados.
La fuente, que pidió no ser identificada, se negó a divulgar cuántos niños están actualmente confinados allí, pero aseguró que Clint está en mejores condiciones de alojar a los menores que las instalaciones de la Patrulla Fronteriza.
Clara Long, investigadora de Human Rights Watch, y otros expertos inspeccionaron las instalaciones porque están involucrados en el Acuerdo Flores, un arreglo judicial conseguido bajo la presidencia de Bill Clinton que abarca la supervisión de las condiciones de detención de familias y niños migrantes.