Vladimir Putin, presidente de Rusia, firmó una ley que endurece las penas por los delitos cometidos en tiempos de movilización militar y que castigará la rendición voluntaria, la negativa a combatir o la deserción con hasta 10 años de cárcel.
Estas enmiendas del Código Penal, las cuales habían sido votadas en el Parlamento esta semana, fueron publicadas en el portal legal del gobierno, por lo que ya entraron en vigor.
Se esperan penas de hasta 10 años en la prisión para los soldados que deserten, se rindan sin permiso al enemigo o se nieguen a luchar o desobedezcan órdenes en periodo de movilización. Inclusive, los actos de saqueo serán sancionados con penas de hasta 15 años de cárcel.
Estos cambios legislativos se generaron pocos días después de que Putin informó sobre una movilización para reforzar a su ejército que combate en una operación militar en Ucrania.
La orden de movilización, que abarca a alrededor de 300 mil personas, de acuerdo a las autoridades, causó preocupación entre muchos rusos, y hubo quien decidió por dejar el país.
Otra ley firmada el 24 de septiembre facilita el acceso a la ciudadanía rusa para que los extranjeros que se alisten en el ejército ruso por lo menos un año, sin tener que justificar cinco años de residencia en el territorio ruso, como es común que se requiera.
Aparentemente, esta medida se centra primeramente en los migrantes que vienen de ex repúblicas soviéticas de Asia central, que en grandes aglomeraciones de Moscú, suelen dedicarse a trabajos de baja cuantificación.
Antes de que Vladimir Putin firmara esta ley, Kirguistán y Uzbekistán exhortaron esta semana a sus ciudadanos a no participar en ningún conflicto.
AA