Quién fue Shinzo Abe, el primer ministro más longevo de Japón

Era considerado un símbolo de cambio y juventud.

Quién fue Shinzo Abe, ex primer ministro de Japón / Antonio Texta y Agencia AFP
Guadalajara, Jalisco /

Shinzo Abe murió el 8 de julio tras ser agredido con arma de fuego en un mitin político en Japón, sin embargo, a pesar de su homicidio dejó una marca profunda en la vida política japonesa ya que incluso batió el récord como el primer ministro más longevo del país.

Abe tenía 52 años cuando asumió el puesto como primer ministro en 2006, convirtiéndose en la persona más joven en ocupar el cargo. Era considerado un símbolo de cambio y juventud, pero también aportaba el pedigrí de un político de tercera generación, preparado desde muy joven para ejercer el poder en el seno de una familia conservadora de élite.

Sin embargo, su primer período fue turbulento, acosado por escándalos y disputas y terminó con su abrupta renuncia un año después. Inicialmente dijo que dimitía por motivos políticos, pero posteriormente admitió que sufría de un problema de salud, que fue diagnosticado como colitis ulcerosa.

Dejando marca en la política japonesa

La dolencia requirió meses de tratamiento y la superó gracias a un nuevo medicamento, según el propio Abe.

Posteriormente postuló nuevamente, y volvió a la jefatura de gobierno como un salvador en diciembre de 2012. Con ello puso fin a un período turbulento en el que los primeros ministros se sucedían a un ritmo de hasta uno por año.

Golpeado por los efectos del tsunami en 2011 y el posterior desastre nuclear de Fukushima, Japón se encontró en Abe una mano confiable.

Incluso se dio a conocer en el extranjero por su estrategia de reactivación económica, conocida como los ‘abenomics’, lanzada a partir de 2012, en la que mezclaba flexibilización monetaria, masiva reactivación presupuestaria y reformas estructurales.

Además registró algunos logros, como un alza en la tasa de actividad de las mujeres y las personas de la tercera edad. También procuró de manera importante a la inmigración para enfrentar la escasez de mano de obra.

Sin embargo, a falta de reformas realmente ambiciosas, este programa sólo tuvo éxitos parciales; actualmente eclipsados por la crisis económica causada por la pandemia de coronavirus.

Shinzo Abe y Donald Trump / Agencia AFP

​Ambiciones contraproducentes

La gran ambición de Shinzo Abe era revisar la Constitución Pacifista Japonesa de 1947, escrita por el ocupante estadounidense, y jamás enmendada.

En el escenario internacional, Abe adoptó una línea dura con Corea del Norte pero asumió un papel de pacificador entre Estados Unidos e Irán. Además, priorizó una relación personal cercana con el ex presidente estadounidense Donald Trump para proteger la relación entre los dos países del nacionalismo de Trump y buscó enmendar los vínculos con Rusia y China.

​Pero los resultados fueron mixtos, ya que Trump insistió en obligar a Japón a pagar más por los soldados estadounidenses enviados a el país y, por otro lado, Abe no logró concretar un acuerdo con Rusia sobre unas islas disputadas. Lo mismo ocurrió con su plan de invitar al presidente chino, Xi Jinping, para una visita de Estado.

Sin embargo; a pesar de los escándalos que afectaron a su entorno, supo aprovechar acontecimientos externos (disparos de misiles norcoreanos y catástrofes naturales) para desviar la atención y presentarse como un jefe indispensable ante la adversidad.

También se benefició de la falta de un rival de envergadura en el seno de su partido, el PLD, y de la fragilidad de la oposición aún no recuperada de su desastroso paso por el poder entre 2009 y 2012.

Pero su popularidad declinó desde el inicio de la pandemia de covid-19, ya que la política de su gobierno fue considerada demasiado lenta y confusa.

Durante mucho tiempo se aferró a la esperanza de mantener los Juegos Olímpicos de Tokio en el verano boreal de 2020, que iban a ser el punto culminante de su mandato. Los Juegos Olímpicos se celebraron finalmente un año más tarde, a puerta cerrada. Ese mismo año anunció su renuncia.

Japoneses lloran la muerte de Shinzo / Agencia AFP

Su regreso y muerte

Shinzo Abe murió luego de ser atacado con un arma de fuego durante un acto de campaña para las elecciones parlamentarias de este domingo, informaron la cadena pública NHK y la agencia de noticias Jiji.

A pesar de su anterior renuncia, Shinzo siguió relevante en la vida política de Japón, incluso era popular entre varios ciudadanos que el 7 de julio lloraron su agresión y un día después, se mantienen en luto por su muerte.

Incluso líderes mundiales han condenado el homicidio, afirmando que es un “ataque cobarde y un acto terrorista” que debe ser castigado.

MRG



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