El sismo de magnitud 7.6 que azotó a Japón el 1 de enero en la prefectura de Ishikawa, en la península de Noto, dejó más de 30 mil casas sin electricidad, situación que empeora debido a las bajas temperaturas que se han registrado durante la noche en la región.
El sismo ocurrió a las 07:10 de la mañana, de acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos y su intensidad fue tal que, en tomas áreas, se puede ver fácilmente la devastación de un incendio en el puerto de Wajima, donde colapsó un edificio de siete pisos. Además, la mayoría de las casas de la ciudad costera de Suzu colapsaron.
- Internacional
"La situación es devastadora, 90 por ciento de las viviendas han sido destruidas completamente o parcialmente", dijo el alcalde de Suzu, Masuhiro Izumiya.
Pero lo peor es la cifra de muerto que hasta el momento asciende a 50, número que podría incrementar conforme vayan despejando las zonas con mayores afectaciones.
"Fue un temblor muy potente", comentó Tsugumasa Mihara, de 73 años, mientras esperaba para recibir agua junto a cientos de personas en la ciudad de Shika. "Qué forma tan horrible de comenzar el año", agregó.
La Agencia Meteorológica Japonesa (JMA) indicó que después del terremoto se registraron 155 réplicas, en su mayoría con magnitudes superiores a 3.
Alerta de tsunami
Tras el sismo se produjeron marejadas con olas de 1.2 metros en Wajima pero la JMA anunció el martes el fin de todas las alertas de tsunami. Mientras que el ministro de Defensa, Minoru Kihara, informó que mil militares están preparados para dirigirse a la región y que otros 8 mil 500 fueron movilizados.
El gobierno, por otro lado, precisó que no se registraron incidentes en las centrales nucleares del país. Asimismo explicaron que los daños causados por los sismos afectaron sobre todo a las casas antiguas, que suelen ser de madera.
Aunado a lo anterior, el portavoz del gobierno Yoshimasa Hayashi señaló que, hay seis casos de personas que están en edificios derrumbados en la zona de Ishikawa.
Cabe mencionar que cientos de habitantes de la pequeña ciudad japonesa de Shika hacen fila frente a la alcaldía esperando recibir los seis litros de agua asignados a cada persona tras el potente terremoto que sacudió el país. Los habitantes también hacen fila frente a los supermercados para abastecerse, aunque algunos comercios están cerrados por falta de suministros y están a la espera de más ayuda.
MRG