Trece personas murieron y más de 40 resultaron heridas en un atentado suicida con un camión bomba contra un puesto de control de la localidad de Beledweyne, en el centro de Somalia, informó la policía.
Además de ello, varios edificios resultaron afectados por el ataque y habitantes quedaron atrapados bajo los escombros.
"Hay unos 45 heridos, todos civiles, que ingresaron en distintas estructuras médicas, y alguno están gravemente afectados",declaró Ahmed Yare Adan, un policía local, tras haber dado un primer balance de "al menos 20" heridos.
"Lo que ha ocurrido aquí es un acto de odio", declaró a la prensa Abdulahi Ahmed Malim, gobernador de la región de Hiram, de la que depende Beledweyne. "Toda la zona está destruida", señaló.
Varios habitantes dijeron que la explosión derribó varias casas, dejando a sus habitantes bajo los escombros. "Toda la ciudad está conmocionada", comentó un lugareño, Abdifatah Hasan.
Este ataque se produjo después de que el gobierno somalí admitiera haber sufrido "varios reveses importantes" en su ofensiva contra los islamistas radicales de Al Shabab.
Esta semana pidió a la ONU un aplazamiento de tres meses de la retirada de las tropas de la Unión Africana prevista para finales de septiembre.
El agente de policía Abdukadir Yasin, que acudió al lugar tras la explosión, declaró que los equipos de rescate estaban sacando a las víctimas heridas de debajo de los escombros.
"La destrucción causada es inmensa, ya se han confirmado más de diez cadáveres y el número de víctimas puede ser mayor", declaró.
El gobierno, apoyado por la comunidad internacional, combate desde hace más de 15 años la insurrección de los islamistas radicales de Al Qaida que dice querer instaurar la ley islámica en este país del Cuerno de África.
Elegido en mayo de 2022, el presidente Hasan Sheikh Mohamud prometió una "guerra total" contra los shabab.
Las fuerzas gubernamentales y las milicias de clanes locales, apoyadas por la fuerza de la Unión Africana y los ataques aéreos de Estados Unidos, llevan a cabo desde hace más de un año una ofensiva militar en el centro del país.
Durante su visita a la región, el jefe de Estado declaró el 18 de agosto que los shabab serían "eliminados de todo el país" a finales de año.
Sin embargo, aunque las operaciones militares permitieron "liberar ciudades, pueblos y rutas de suministro cruciales", a finales de agosto las fuerzas progubernamentales sufrieron "varios reveses importantes" en una carta de fecha 19 de septiembre dirigida a la ONU.
"Este giro imprevisto de los acontecimientos ha puesto a nuestras fuerzas militares al límite de su capacidad, ha expuesto vulnerabilidades en nuestras líneas de frente y ha hecho necesaria una reorganización exhaustiva para garantizar que mantenemos nuestro impulso en la lucha contra la amenaza de Al Shabab", precisa el texto.
Expulsados de las principales ciudades de Somalia en 2011-2012, los shabab siguen implantados en amplias zonas rurales, en particular en el centro y el sur del país, desde donde perpetran regularmente atentados contra objetivos políticos, civiles y de seguridad.
JB