Los suizos aceptaron por un estrecho margen el controvertido plan gubernamental de reforma de las pensiones, que eleva la edad de jubilación de las mujeres, y rechazaron la propuesta de prohibir la agricultura industrial, en referendos celebrados este domingo.
Los resultados finales muestran el apoyo de los suizos por la mínima al proyecto de reforma de las pensiones en el país, la primera en más de un cuarto de siglo.
Solo un 50,57 por ciento de los suizos aceptaron la parte más controvertida de la reforma, que estipula que las mujeres trabajen hasta los 65 años para recibir la pensión completa, en lugar de permitirles salir un año antes que los hombres, como ocurre actualmente.
Tras dos intentos previos, en 2004 y 2017, Berna obtendría suficientes votos para estabilizar el sistema de seguridad social para la vejez, en peligro de verse desbordado por el aumento en la expectativa de vida y la enorme generación de la posguerra que llega a la edad de jubilación.
Las medidas restantes, que también incluyen un aumento del IVA (Impuesto al Valor Agregado), fueron aprobadas en 2021 por el Parlamento, pero los partidos de izquierda y los sindicatos criticaron que la reforma se haga a expensas de las mujeres y llevaron el tema a referendo, procedimiento posible bajo el sistema de democracia directa suizo.
En una votación separada y con un margen más amplio a favor, del 55 por ciento, el 25 de septiembre también se aprobó el aumento de la financiación de la reforma a través de una subida del impuesto sobre las ventas.
Ante esto, los defensores de la reforma argumentaban que es razonable fijar la misma edad de retiro para hombres y mujeres, pero la medida ha generado rechazo.
En 2020, las mujeres en Suiza recibieron pensiones de media casi un 35 por ciento más bajas que sus pares masculinos, según el ministerio de Economía.
MQ