La Tierra está experimentando su primera tormenta geomagnética considerada como extrema desde hace más de 20 años, ya que la última se recuerda en 2003, según informó una agencia estadunidense.
Desde días antes se advertía de una enorme tormenta solar que se aproxima al paneta y podría causar a partir del viernes 10 disrupciones en la red de energía, las comunicaciones por satélite, y provocar inusuales auroras polares, informaron las autoridades estadounidenses.
"Condiciones EXTREMAS (G5) alcanzaron la Tierra a las 6:54 pm EDT. Es probable que persista una tormenta geomagnética durante el fin de semana dado que varias eyecciones de masa coronal (CMEs por su sigla en inglés) dirigidas a la Tierra están en tránsito", dijo en X el Centro de Predicción del Clima Espacial.
Se espera que las eyecciones de masa corona, grandes emisiones de plasma y campos magnéticos desde el Sol, lleguen entre viernes y sábado, de acuerdo con la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA).
La nueva tormenta, que se estima dure todo el fin de semana, ocurre en un momento en que el Sol está acercándose al pico de un ciclo de 11 años de actividad intensificada.
"Hemos avisado a todos nuestros operadores de infraestructura con los que solemos coordinar, como operadores de satélites, de la comunicación... y claro, la red de energía en América del Norte", dijo a periodistas el especialista en meteorología espacial Shawn Dahl.
La Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos dijo sin embargo que "no anticipa ningún impacto significativo en el sistema de espacio aéreo del país".
A diferencia de las erupciones solares, que viajan a la velocidad de la luz y son capaces de alcanzar la Tierra en ocho minutos, las CMEs viajan a un ritmo más lento, de 800 kilómetros por segundo.
Los meteorólogos esperan poder precisar mejor el impacto que tendrán cuando se encuentren a una distancia de 1.6 millones de kilómetros.
Los campos magnéticos asociados con las tormentas geomagnéticas inducen corrientes en los conductores largos, incluidos los cables de energía, lo que puede provocar apagones.
En octubre de 2003, tormentas geomagnéticas "extremas" provocaron apagones en Suecia y dañaron transformadores de energía en Sudáfrica. También pueden producirse impactos en la comunicación por radio de alta frecuencia, GPS, en naves espaciales y satélites.
También pueden traer otros efectos, como la aparición de auroras polares -conocidas como auroras boreales o australes, dependiendo del hemisferio- en lugares donde normalmente no son visibles.
JB