El brote de ébola en Uganda está “evolucionando rápidamente”, un mes después de que se registrara la enfermedad en el país de África oriental, anunció un alto funcionario de la Organización Mundial de la Salud, que describió una situación precaria para los trabajadores de la salud.
“El Ministerio de Salud de Uganda ha mostrado una resiliencia y eficacia notables” afirmó a los periodistas el doctor Matshidiso Moeti, director regional de la agencia de salud de la ONU para África. El gobierno ugandés está “ajustando constantemente una respuesta a lo que es una situación desafiante”, añadió.
A pesar del avance del brote, “una mejor comprensión de las cadenas de transmisión está ayudando a quienes están en el frente a responder de manera más efectiva”, afirmó.
Uganda declaró el brote de ébola el 20 de septiembre, varios días después de que la enfermedad contagiosa comenzara a propagarse en una comunidad agrícola rural. Desde entonces, el ébola ha infectado a 64 personas y ha matado a 24, aunque las cifras oficiales no incluyen a las personas que probablemente murieron de ébola antes de que se confirmara el brote.
Al menos tres de los pacientes confirmados viajaron desde la zona del brote en el centro de Uganda hasta la capital, Kampala, a unos 150 kilómetros (93 millas) de distancia, según Moeti. Los temores de que el ébola pudiera propagarse lejos del epicentro del brote hicieron que las autoridades impusieran un confinamiento, incluidos toques de queda nocturnos, en dos de los cinco distritos que reportaron casos.
“Los números que estamos viendo representan un riesgo de propagación dentro del país y sus vecinos”, alertó el jueves en una sesión informativa separada el doctor Ahmed Ogwell, director interino de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África.