Joe Biden, presidente de Estados Unidos, recurrió a Qatar y otros de sus aliados en Medio Oriente, Asia y el norte de África para apoyar a la Unión Europea (UE) a incrementar sus reservas de gas natural ante las probabilidades de que Rusia corte el suministro de energía por la crisis en Ucrania.
El presidente de Estados Unidos recibirá el 31 de enero en la Casa Blanca al emir qatarí, Tamim bin Hamad al Zani, con quien dialogará acerca de cómo respaldar la estabilidad de los suministros globales de energía, anunció esta semana la Casa Blanca.
Cabe mencionar que esta reunión tiene un propósito, ya que llega después de que la presidenta de la Comisión Europa, Ursula von der Leyen, y el presidente del consejo europeo, Charles Michel, hablaron esta semana con el emir de Qatar para comunicarle su intención de reforzar la alianza energética con ese país, al que consideran un socio fiable.
Hoy en día, Qatar es el cuarto mayor proveedor de gas natural de la UE con un 5,2% de todas las compras de este recurso, por debajo de Argelia, que tiene un ocho por ciento, Noruega con un 16 por ciento y muy lejos de Rusia, con un 41 por ciento, de quien el bloque comunitario también depende para el suministro de crudo, de acuerdo a información de Eurostat de 2019.
El gas natural ruso es indispensable para calentar gran parte de los hogares europeos durante invierno, así como para la generación de electricidad y la producción industrial.
Varios países de Europa, sobre todo Alemania, sospechan que un conflicto en Ucrania obstaculice la circulación de gas natural que pasa por ese país, y además, estiman que Rusia podría cortar otras vías de suministro al continente europeo en caso de que Washington y sus aliados apliquen castigos.
AA