El papa Francisco fue hospitalizado la mañana del miércoles, y se prevé que permanezca así algunos días, sin embargo aún no se ha especificado cuántos.
En estas situaciones, el Vaticano maneja protocolos en cómo actuar si un Papa muere estando en función.
Según el Capítulo V de la Constitución Apostólica, en caso de que un Papa muera en funciones, se llevarán exequias en sufragio de su alma a lo largo de nueve días consecutivos.
Lo primero que se haría, es confirmar la muerte del papa, después de esto, se darán tres golpes leves con un martillo de plata en la frente, y con cada golpe le llamarán por su nombre, en este caso, en tres ocasiones. Esto es la manera oficial en el protocolo en confirmar la muerte del Pontífice.
Luego de esto, le retiran el anillo que lleva con su sello, y este es destruido de forma inmediata, para evitar falsificaciones, pues el Papa firma documentos con este sello.
Después de esto, las campanas de la Basílica de San Pedro sonarán, y los forenses del Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Roma prepararán el cuerpo del papa para su conservación y le colocarán un atuendo para ser expuesto a los feligreses.
El cuerpo del Papa será colocado en un ataúd de tres capas hechas de ciprés, plomo y nogal, además, encima del ataúd se coloca un crucifijo y una Biblia abierta.
En el proceso no se puede tomar fotografías, ni estando en cama o difunto, además que la habitación que ocupa el Papa será cerrada en su totalidad y no será abierta hasta que se elija a un nuevo Papa.
El papa, al ser un jefe de estado, se esperará a que diversos representantes internacionales hagan actos de presencia en el Vaticano para asistir a la sepultura después de un funeral de Estado.
MQ