NUEVA YORK.- Donald Trump dijo que Venezuela vive “una tragedia de proporciones históricas” bajo el gobierno de Nicolás Maduro al reunirse el miércoles con líderes de 12 países latinoamericanos para intensificar las presiones con miras a un cambio político en ese país.
Agregó que Estados Unidos no cejará en sus esfuerzos por liberar a los venezolanos “de esta opresión horrible y brutal”.
“Al gobierno venezolano no le importa el bienestar de su propia gente”, declaró Trump, quien mencionó cifras de las Naciones Unidas según las cuales escuadrones de la muerte han matado a unas 10.000 personas en ese país.
El encuentro se produjo en medio de una intensa campaña para forzar la caída del gobierno de Maduro en momentos en que Venezuela vive una profunda crisis social y económica que sumió al país en la pobreza y motivó la salida de más de cuatro millones de venezolanos, según la ONU.
Estados Unidos anunció esta semana nuevas sanciones contra el gobierno venezolano y los países del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) se comprometieron a investigar y arrestar a funcionarios y allegados al gobierno de Maduro que hayan cometido delitos o actos de corrupción. El gobierno estadounidense triplicó además su ayuda a la oposición venezolana y por primera vez decidió asignar fondos directamente al líder opositor Juan Guaidó, al que reconoce como presidente legítimo de Venezuela junto con más de 50 países.
Estados Unidos y el Reino Unido, por su parte, comprometieron más ayuda para paliar la crisis de los migrantes venezolanos que se radican en otros países de la región.
“Vemos transitar casi como muertos vivientes a hermanos queridos, humildes, que van por avenidas, por calles, por carreteras buscando con la mirada incierta, sin saber lo que se viene”, expresó el presidente ecuatoriano Lenín Moreno, quien participó del encuentro y describió al gobierno de Maduro como un “régimen despótico”.
El canciller venezolano Jorge Arreaza describió el encuentro como “la reunión de la vergüenza” y dijo que los países latinoamericanos presentes eran “marionetas” frente al titiritero, refiriéndose a Trump.
“Ninguno de esos pueblos votó para agredir a Venezuela”, dijo el canciller. “En la práctica, en lo concreto, eso (la reunión) no lleva a absolutamente a nada”.
La reunión, según Arreaza, fue un pretexto para distraer a la opinión pública de los “escándalos” que enfrenta Trump, a quien se le acaba de iniciar un proceso con miras a un posible juicio político en Estados Unidos. “Hay que liberar al mundo de gente como Trump, del racismo, del supremacismo, del belicismo y ojalá que un día del capitalismo”.
Moreno sostuvo que las iniciativas internacionales en contra de Maduro “no constituyen una intervención” sino un reclamo de que Venezuela cumpla “todo lo que firmaron en convenciones, acuerdos, asambleas. Que se respete eso, esta mancomunidad que reclama el ejercicio pleno de la democracia”.
Al finalizar el encuentro el canciller chileno Teodoro Ribera dijo que los países del TIAR volverán a reunirse dentro de dos meses para hablar de Venezuela. Ribera señaló que es importante “aumentar las medidas de presión al régimen venezolano para que acoja el llamado a restablecer la democracia”.
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