Luego de la polémica que surgió debido a que Joaquín Esquivel, mediocampista de Mazatlán, estuvo en la banca durante el partido de la Jornada 11 en el Estadio Akron, cuando acumula cinco tarjetas amarillas y en teoría no podría ser elegible e incurriría en alineación indebida, las Chivas enviaron un oficio a la Comisión Disciplinaria.
Cerca de la medianoche, el Guadalajara tomó la determinación de pelear los puntos al considerar que el equipo de Mazatlán incurrió en una falta al reglamento.
Junto a la directiva, el despacho jurídico del Rebaño analizó la situación y tomó la determinación de enviar la protesta a la instancia correspondiente, por lo que en las siguientes horas se tendrá que tomar una decisión final.
La razón principal por la que el Rebaño se decantó en exigir que se cumpla el reglamento es por la crisis de resultados que tiene en este momento: solo ha conseguido un punto de los últimos 15 posibles, por lo que tres puntos, aunque sean ganados en la mesa, servirían para quitar un poco de presión.
Aunque el reglamento específica si las tarjetas de un jugador son acumulables al momento de cambiar de equipo en el mismo torneo, el entrenador de Chivas, Veljko Paunovic, no quiso profundizar sobre una posible alineación indebida de parte su rival, por lo que dejó el tema en la Comisión Disciplinaria.
“Estoy informado de que los órganos correspondientes para revisar esta situación están en ese proceso”, dijo.
Al ser abordado nuevamente sobre este tema durante la conferencia posterior al juego, reiteró que le comentaron de la situación durante el juego, pero que no hará algo extra, pues no es parte de su trabajo.
“Me consta qué hay una situación sobre la alineación indebida, pero no es mi trabajo y no me quiero meter”.
Rja