El entrenador de Santos Laguna, Ignacio Ambriz, está a la espera de una reunión con la directiva del club al finalizar el torneo para decidir si continuará o no al frente del equipo.
Por el momento, Ambriz no ha mostrado indicios de querer renunciar, a pesar de los resultados adversos que ha enfrentado en los nueve meses que lleva al mando.
En conferencia de prensa, el técnico fue claro sobre su postura y el proceso de evaluación que tendrá junto a Braulio Rodríguez y Alejandro Irarragorri.
“Tendré una reunión con Braulio y Aleco, ver qué se va a hacer. Tengo que entregar mi informe sobre los 9 meses que llevo aquí, que no han sido nada gratos en cuanto a resultados. En otras áreas me siento tranquilo, sobre todo por los jóvenes, porque se deja una buena base para el torneo que viene”, comentó
Ambriz. “Mentiría si dijera que sé si continuaré o no, todavía queda un partido, y debo ver quién se recupera. He tenido inconvenientes; hoy, por ejemplo, pasó lo de Aldo López, que casi iba a entrar, pero me dijo que no podía.”
Ambriz abordó también la percepción de su actitud en el banquillo durante los partidos, aclarando que cuando se ríe no es por falta de interés o burla hacia el equipo. Explicó que, en muchas ocasiones, esas reacciones son de impotencia ante errores recurrentes en la defensa, particularmente al regalar goles que terminan costando puntos.
“Hoy, antes de ese primer gol, estábamos cerca de lo que habíamos planteado, tener posesión, aunque nos faltaba en el último tercio. Pero ha sido la loza que hemos cargado desde que estoy. Luego el segundo tiempo fue bueno, tuvimos dos o tres oportunidades de gol, pero terminamos perdiendo”, reflexionó.
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El técnico admitió que el balance tanto en casa como de visitante en este torneo ha sido muy pobre, afectando no solo al equipo, sino también la percepción que tiene la afición sobre su trabajo. No obstante, Ambriz dejó claro que, a pesar de la frustración, aún tiene la intención de concluir el torneo y cumplir con sus compromisos hasta el último momento.
Sobre si le gustaría seguir al frente del equipo, fue sincero al responder: “Cuando las cosas no se dan, siempre se busca cortar por lo más sano. Bien se dice que uno como entrenador siempre tiene las maletas hechas por cualquier situación que se pueda presentar. En dos ocasiones he sentido que debería hacerme a un lado, pero siempre me doy 24 horas para curar las heridas. La ilusión no se me ha acabado porque veo jóvenes que van mejorando”, detalló.
Ambriz también hizo una autocrítica sobre la presión de los resultados y su influencia en el desarrollo de los jugadores jóvenes. Aunque reconoce que los aficionados se guían principalmente por el marcador final, el técnico confía en que su trabajo con las nuevas generaciones de jugadores será una base sólida para el club.
“Es cierto que a la gente le puede parecer que cuáles jóvenes porque el que manda es el resultado, pero creo que estos chicos tienen potencial para el futuro. Quiero terminar el torneo, entregar el informe y, si me quedo, será una revancha. Me gusta aceptar cuando me equivoco, porque del fracaso vienen los éxitos”, concluyó Ambriz.
La reunión con la directiva marcará el rumbo para el futuro del técnico, quien, a pesar de las dificultades, ha mostrado interés en continuar.
El compromiso de Santos Laguna con sus jóvenes promesas y la disposición del técnico para mejorar podrían ser factores decisivos en la decisión final de la directiva, que evaluará detalladamente el balance de su gestión al mando del equipo.