Santos Laguna enfrenta grandes retos para el 2025, partiendo de que viene de uno de sus peores años en lo futbolístico, aunado a la baja afluencia de aficionados que en ese lapso se registró al graderío del Estadio Corona.
Han sido una serie de sucesos desafortunados que desencadenaron una debacle que afectó a la organización albiverde en lo deportivo y lo económico, ya que uno de sus partidos como local estuvo entre los que menos asistencia registró, que fue ante el Mazatlán FC, al que únicamente asistieron 6 mil 96 personas en el Apertura 2024.
Además, su rendimiento como local fue uno de los peores en su historia, cuando en otros torneos el equipo lagunero se distinguía por ser una aduana complicada para los visitantes, muy acorde mote de ‘La casa del dolor ajeno’.
El año lo inició Santos con muchas ilusiones, al ser Ignacio Ambriz el director técnico que asumió el reto de levantar al equipo luego de una etapa desafortunada con Pablo Repetto. Para desgracia del equipo y su afición, el ex técnico del Toluca pasó de noche y nunca pudo imprimir su sello característico en la Comarca.
Cierto es que esa serie de eventos desafortunados incluyó lesiones en demasía, algo atípico en un equipo profesional que invita a la reflexión sobre la preparación física y los cuidados que se brindan al futbolista por parte del área profesional del Club, aunado a la sobrecarga.
Una cosecha de 25 puntos en un año es una producción muy pobre, como también la producción en goles con únicamente 27, mientras que defensivamente dejó mucho qué desear, ya que en el 2024 permitió 58.
- Club Monterrey
Con unos números así ningún jugador puede lucir por más que se esfuerce y quizá uno de los más afectados fue el guardameta Carlos Acevedo, cuyas salvadas pueden pasar desapercibidas cuando se observa esa cantidad de tantos en contra.
Algo similar ocurrió con los novatos que debutaron en plena crisis, siendo exhibidos en muchas ocasiones en ese afán de debutar en momentos críticos para el equipo, en partidos en donde Santos parecía no tener cabeza y navegada a la deriva.
Lo que viene para Santos
Con la llegada de Alejandro Irarragorri Kalb a la presidencia de Santos Laguna, el mensaje es claro y pretende recuperar la identidad del equipo. No será una tarea fácil, pero hay cambios sustanciales que anticipan la llegada de algo mejor.
Ha gustado la llegada de Fernando ‘Tano’ Ortiz a la dirección técnica, los refuerzos no son un bombazo, pero se confía en que están dentro de los estándares que pide el estratega, gente de experiencia como el retorno de Javier Abella, el colombiano Cristian Dájome y el sinaloense Javier Güémez.
Faltan refuerzos por llegar y probablemente otros elementos por partir, pero de los movimientos que se espera que se den en el equipo es el arribo de gente de ataque, jugadores de peso que puedan contribuir a que este equipo recupere el espíritu ofensivo que lo distinguió no hace muchos torneos.