MONTERREY.- "Antes de que empezara todo esto, mi papá venía todos los días por mí, cuando esto empezó, mi papá dejó de hacerlo, le pedí que ya no viniera por mí, teníamos que cuidar nuestra distancia".
Con tan sólo 19 años de edad, Esther García Iglesias se ha dedicado a salvar vidas de pacientes con Covid-19 en los últimos 10 meses.
Esto ha implicado estar expuesta al virus, por lo debe de tomar precauciones estrictas para no llevar el virus a casa, en donde la esperan sus padres y cuatro hermanos.
"Mi papá es diabético, entonces tengo que tomar muchas medidas para cuidarlo a él.
"Llegar a casa, desinfectarte, bañarte y pues hasta el último lo saludas porque sales del hospital y no puedes saludarlos así".
Esther se desempeña como enfermera general en el Hospital Universitario desde hace un año y medio, en donde ejerce su gran pasión, aunque en estos últimos meses el trabajo ha sido intenso debido a la pandemia de covid-19.
"Estos meses han sido agotadores, hay guardias nocturnas en las que falta mucho personal, ya sea que están incapacitados o que renunciaron porque no es fácil estar aquí, estar 12 horas con el traje".
Diariamente Esther realiza un recorrido de poco más de una hora desde su hogar, en el municipio de Juárez, hasta el Hospital Universitario de la avenida Gonzalitos.
Al llegar ahí, se prepara mentalmente y después se coloca el traje especial para ingresar Hospital de Alta Especialidad y Medicina Avanzada, en donde se atiende a los pacientes sospechosos y positivos a covid-19.
"Primero tenemos que juntar nuestro traje: las botitas, el gorro, la mascarilla, la careta, después los guantes, te vistes y entras. Y ya de ahí no te puedes quitar nada, ya lo tienes (puesto) hasta que vas a salir a comer o a cenar, que es cuando ya te lo quitas. No ves con una careta, para mover a un paciente, te dificulta el traje, es muy feo tener ese traje")
A pesar de que el trabajo ha sido intenso y agotador en los últimos meses, Esther y cientos de enfermeros en Nuevo León no decaen y menos hoy, día en que se conmemora su profesión.
"Es un trabajo que se hace con el corazón, que a lo mejor la gente no puede entender porque no están aquí pasando lo que nosotros estamos pasamos. Me siento muy orgullosa de todos mis compañeros que han estado ayudando y luchando contra esta pandemia que no es nada fácil"
Comprensión y empatía con el personal médico, fue lo que pidió Esther García a los ciudadanos que continúan sin darle a la pandemia la relevancia que merece.
" No los vamos a hacer entender, pero sí pedirles que nos ayuden un poco, es mucho el trabajo que estamos haciendo aquí".
mmr