MÉXICO.- Todos los grupos parlamentarios del Senado rechazaron clasificar a los narcotraficantes mexicanos como terroristas, tal como lo señaló el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El argumento fue que esa acción era “injerencista” y amenazaba la soberanía nacional, además de violar la no intervención.
Durante la sesión del 28 de noviembre de 2019, el Pleno del Senado, a través de un punto de acuerdo, dio su respaldo a las gestiones del Ejecutivo federal para defender el diálogo y la cooperación como mecanismos que permitan a México y a Estados Unidos hacer frente a los asuntos comunes que afectan a la región.
El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, el morenista Héctor Vasconcelos, expuso que los terroristas realizan acciones con fines ideológicos, mientras que los narcos lo hacen con fines comerciales.
Por su parte, el panista Damián Zepeda dijo que sí hay acciones terroristas de los narcotraficantes, ejemplificando la quema de vehículos e inmuebles, cuyo propósito es aterrorizar a la población, “aunque estoy de acuerdo en el fondo”.
Los legisladores ratificaron su postura de defensa de la soberanía y la unidad nacional y rechazaron cualquier intento de intervención por parte de otro Estado.
Asimismo reiteraron que la aplicación coactiva de la ley en territorio nacional, y en particular, la persecución de los delitos cometidos en México, “compete exclusivamente a las autoridades nacionales sin perjuicio de la cooperación con otro Estado en los términos del derecho internacional, sin que ello implique ningún tipo de intervención extranjera”.
El Senado señaló que tal cooperación “jamás implicará que gobiernos extranjeros asuman atribuciones que sólo corresponden al gobierno de México”.
De igual forma, asumió que, en todo momento, el gobierno de la República honrará y defenderá los principios de política exterior consagrados en la Constitución y que han dado identidad y dignidad al pueblo de México:
La autodeterminación de los pueblos, la no intervención, la solución pacífica de controversias, la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales; la igualdad jurídica de los estados, la cooperación internacional para el desarrollo, el respeto la protección y promoción de los derechos humanos y la lucha por la paz y la seguridad internacionales.
“El Senado de la República manifiesta su pleno respaldo a las gestiones del Ejecutivo Federal a fin de defender la vía del diálogo y la cooperación como mecanismos que permitan a México y a los Estados Unidos de América hacer frente a los asuntos comunes que afectan a la región, particularmente el tráfico de armas, el crimen organizado transnacional y sus operaciones financieras, así como cumplir las responsabilidades compartidas”.
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MÉXICO.- Todos los grupos parlamentarios del Senado rechazaron clasificar a los narcotraficantes mexicanos como terroristas, tal como lo señaló el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El argumento fue que esa acción era “injerencista” y amenazaba la soberanía nacional, además de violar la no intervención.
Durante la sesión del 28 de noviembre de 2019, el Pleno del Senado, a través de un punto de acuerdo, dio su respaldo a las gestiones del Ejecutivo federal para defender el diálogo y la cooperación como mecanismos que permitan a México y a Estados Unidos hacer frente a los asuntos comunes que afectan a la región.
El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, el morenista Héctor Vasconcelos, expuso que los terroristas realizan acciones con fines ideológicos, mientras que los narcos lo hacen con fines comerciales.
Por su parte, el panista Damián Zepeda dijo que sí hay acciones terroristas de los narcotraficantes, ejemplificando la quema de vehículos e inmuebles, cuyo propósito es aterrorizar a la población, “aunque estoy de acuerdo en el fondo”.
Los legisladores ratificaron su postura de defensa de la soberanía y la unidad nacional y rechazaron cualquier intento de intervención por parte de otro Estado.
Asimismo reiteraron que la aplicación coactiva de la ley en territorio nacional, y en particular, la persecución de los delitos cometidos en México, “compete exclusivamente a las autoridades nacionales sin perjuicio de la cooperación con otro Estado en los términos del derecho internacional, sin que ello implique ningún tipo de intervención extranjera”.
El Senado señaló que tal cooperación “jamás implicará que gobiernos extranjeros asuman atribuciones que sólo corresponden al gobierno de México”.
De igual forma, asumió que, en todo momento, el gobierno de la República honrará y defenderá los principios de política exterior consagrados en la Constitución y que han dado identidad y dignidad al pueblo de México:
La autodeterminación de los pueblos, la no intervención, la solución pacífica de controversias, la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales; la igualdad jurídica de los estados, la cooperación internacional para el desarrollo, el respeto la protección y promoción de los derechos humanos y la lucha por la paz y la seguridad internacionales.
“El Senado de la República manifiesta su pleno respaldo a las gestiones del Ejecutivo Federal a fin de defender la vía del diálogo y la cooperación como mecanismos que permitan a México y a los Estados Unidos de América hacer frente a los asuntos comunes que afectan a la región, particularmente el tráfico de armas, el crimen organizado transnacional y sus operaciones financieras, así como cumplir las responsabilidades compartidas”.
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