Organizados por Casa Berakah A.C., 40 brigadistas de Durango acudieron a diversas comunidades de Morelos para apoyar en las labores humanitarias.
Al arribar, cantando el Himno Nacional, la gente se sumó a su llamado patriótico, lo que cambió el ánimo de las víctimas por el terremoto del 19 de septiembre.
Marcela Ramírez, presidenta de Casa Berakah A.C. aseguró que su principal motor es la fe, aunque la asociación civil que preside es apolítica y laica, habla que en el momento de cualquier circunstancia de crisis en el país, no se puede quedar quieta.
Indicó que en el momento que conoció los alcances de la devastación decidió emprender acciones y el primer paso fue buscar el apoyo para el transporte y se contactó con infinidad de personas y gobiernos, logrando finalmente el apoyo de la Secretaría General de Gobierno.
Por medio de estudiantes de las facultades de la Universidad Juárez del Estado de Durango se organizaron para conformar la brigada de 40 personas, entre psicólogos, enfermeros, abogados, rescatistas, paramédicos y exmilitares.
Ramírez comentó que Casa Berakah cuenta con contactos en la mayoría del país y en el estado de Morelos donde ayudaron y entregaron las tres toneladas de ayuda. Una persona de la avanzada fue quien informó cuáles eran las comunidades con más problemas.
Recordó que antes de llegar a la ciudad de Morelos, había retenes para revisar a los autobuses con víveres, pero no fueron detenidos.
Indicó que al llegar a las comunidades comenzaron con los trabajos especializados, puesto que una parte de los brigadistas se enfocaron en demolición, otros a asistencia médica y humana, además de las personas que iban a visita domiciliaria.
Recordó que hubo lugares en rancherías y comunidades rurales a los que no pudieron entrar por las condiciones de los caminos y no quisieron arriesgar a las brigadas por lo que optaron por apoyar a poblados como Jojutla.