Puebla. Entre vísceras, sangre, bullying y un constante acoso, ‘Chuy’, como le llaman sus amigos, tomó la fuerza necesaria para sobresalir en un mundo que se creía exclusivo de los hombres.
Todos los días, ella vivía el constante acoso y burlas de sus compañeros. Tras años de trabajar en el área de sacrificios del Rastro Municipal y sobresaliendo en lo que hacía, Chuy logró ingresar al área de administración.
Otro ejemplo de perseverancia y esfuerzo, es el de la médico veterinaria Margarita. Ser mujer no fue impedimento para que su talento, le permitiera dirigir a un grupo de trabajadores -todos hombres- que forman parte de su equipo.
Una mujer en su posición, también debe lidiar con quienes acuden todos los días con sus animales. Muchos de ellos no están acostumbrados a tratar con mujeres y pueden llegar a sentirse ofendidos.
Ambas desarrollan su profesión con amor y pasión y aunque reconocen que el camino no ha sido fácil, su desempeño es muestra de orgullo y tenacidad para todas aquellas que quieren perseguir su sueño.
TELEDIARIO PUEBLA