MONTERREY.- Michelle tiene dos semanas tirada y gritando de dolor debajo del paso a desnivel de Gonzalitos y Madero.
Tiene una fuerte infección en los dedos del pie que podrían costarle la amputación. Presenta heridas cortantes y quemaduras en varias partes del cuerpo.
Nadie sabe de dónde viene pues por su estado parece estar en crisis que le hace evitar todo tipo de ayuda.
Un médico que escuchó la historia llegó al lugar y la convenció para que lo dejara hacerle una curación en sus heridas, y comentó que si no recibe atención más especializada puede perder el pie e incluso la pierna.
Fue cuando acepto decir su nombre: Michelle Román.
Algunas personas que viven o trabajan en ese sitio le llevan de comer, pero no han logrado convencerla de que cruce la calle y vaya al hospital Universitario para que la atiendan.
Ella poco dice sobre qué fue lo que le pasó.
Pero seguramente fue algo tan traumático qué le quitó todo deseo de vivir.
mvls