MONTERREY. - A unos días del arranque de operaciones de la Línea 3 del Metro, la Auditoría Superior de la Federación descarriló el proyecto insignia del Gobierno de Nuevo León, al adjudicarle desvíos por 50 millones de pesos y advertir que no está listo para operar ante la falta de seguridad para los usuarios.
El dictamen, concluido el pasado 27 de enero, pero liberado apenas este sábado, es lapidario con la obra de las últimas dos administraciones.
Señala que el Gobierno de Nuevo León no cumplió con las disposiciones legales y normativas aplicables en los siguientes rubros:
*Adjudicaciones directas a contratistas diferentes a los originalmente pactados, sin estudio de mercado, trabajos de otra línea, incongruencia en catálogo de conceptos
Monto: $44,441,900
Tres contratos no demostraron el correcto cálculo para aplicar ajustes de costos
Monto: $5,506,200
5 contratos con mala calidad en los trabajos
11 contratos donde personal no contaba con cédula profesional que los ampara
No se revisaron los trabajos ejecutados y presentados para pago por la constructora por pagos en exceso
Dictamen: El proyecto no se encuentra apto para operación, toda vez que no cuenta con las medidas de seguridad necesarias para los usuarios
En total, la Auditoría Superior de la Federación determinó que el Estado debe aclarar un monto de 49 millones 938 mil 186 pesos, que es lo que no se logró solventar con las pruebas presentadas.
De acuerdo a declaraciones del director de Metrorrey, la Línea 3 entraría en funciones a principios del mes de marzo, y en semanas previas, iniciaron las pruebas con los vagones que empezaron a arribar a Nuevo León desde el año pasado.
Los señalamientos de la Auditoría son el último capítulo en la historia de polémica que ha enfrentado el proyecto desde su inicio, en octubre del 2013.
Ahora, a casi 8 años de distancia, la puesta en marcha de la Línea 3 sigue en el aire.
cog