Puebla, PUE. Brandon Burgos es un niño de tan sólo 11 años de edad, pero ya es considerado el tatuador más joven del territorio poblano.
Su pasión por el dibujo lo orilló a buscar otros ámbitos, inmortalizar creaciones en la piel pero con aguja. A los 9 años comenzó a realizar trazos en papel, pero bajo la tutela de su padre surgió la inquietud de tatuar.
Brandon cursa el sexto grado de primaria, en sus tiempos libres apoya a su papá, quien es tatuador profesional desde hace siete años. En el estudio ambos laboran, se apoyan y conviven.
En entrevista para Canal 6 Puebla, el menor de edad señaló que raíz de la pandemia la unión fue más intensa, tanto que aprendió el arte que su papá practica.
Su padre, Jesús Burgos comentó que al inicio el pequeño le prepara la mesa, máquinas y pigmentos, después empezó a realizar figuras bajo la técnica de estencil. Posteriormente, practicó el tatuaje en piel sintética y cáscaras de fruta hasta que inmortalizó su trabajo en cuerpos.
Ahora, padre e hijo se han vuelto virales, son afamados entre los tatuadores, viven solos y han creado lazos inquebrantables. Brandon desea formar parte de la Secretaría de Marina, pero le gustaría alternar esta profesión. Actualmente sólo es un pasatiempo pues su deseo es lograr una carrera universitaria. Por cierto, el 13 y 14 de noviembre será partícipe de su primera expo tatuaje en el barrio de Tepito en la Ciudad de México.
INFORMACIÓN: ISRAEL GEORGE, TELEDIARIO DIGITAL