Cae 50% venta de escobas por pandemia del Covid-19 

En Cadereyta Jiménez, Nuevo León, principal cuna de este sector económico, aún no se recuperan, luego de perder gran porcentaje del mercado.

Nacional /

MONTERREY.- Podría pensarse que con la necesidad de higiene que trajo la pandemia se consumieron más escobas.  

En realidad, el cierre de negocios, oficinas, escuelas, hizo que escobas y trapeadores se quedaran en el rincón, sin usar, y la industria escobera sufrió una de sus peores crisis en la historia. 

En Cadereyta Jiménez, Nuevo León, principal cuna de este sector económico, aún no se recuperan, luego de perder el 50 por ciento del mercado, dice con tristeza Javier Ovalle, quien tiene 20 años fabricando escobas. 

Cuenta la historia que, en 1989, en San Juan Cadereyta hubo un convivio para celebrar la llegada de las Vías férreas, y el entonces alcalde, Eugenio Serrano, vio unas máquinas de prensar pastos y se las compró al encargado de las obras del ferrocarril, el coronel Joseph Andrew Robertson. 

Te recomendamos Escuelas en Cadereyta se encuentran en mal estado  
  • Local Francisco Zúñiga Esquivel | @pacozues

Se las entregaron cuando acabaron las obras, en 1891, y Serrano las utilizó para instalar la primera fábrica de escobas en una vivienda de su propiedad. 

Aunque se consideró actividad esencial y continuaron trabajando, la industria escobera redujo su producción y ventas en por lo menos un 50 por ciento, y con la reapertura de negocios y oficinas, se recuperaron un poco, pero no han logrado llegar a los niveles de antes. Quizá habrán alcanzado un 75 por ciento. 

La industria escobera es algo más que fabricar escobas. Toda la economía municipal está ligada, tanto en el campo produciendo las espigas como en la ciudad en la fabricación de escobas, y con 126 años de antigüedad, es una de los sectores económicas más antiguos de nuestra entidad. 

 

 

 

Escuelas en Cadereyta se encuentran en mal estado

 

En Cadereyta, como en toda el área metropolitana, las escuelas se preparan para la reactivación de clases presenciales.

Pero no todas alcanzan a estar al cien por ciento, pues muchas de ellas, dicen los jimenences, necesitan mantenimiento adecuado, y ponerles algo de atención.

En un recorrido por varios planteles de ese municipio, encontramos que el problema más común es la maleza alta, que podría albergar diversas especies de fauna riesgosa para los escolares, niños de corta edad en su mayoría.

Tras 15 meses de inactividad, las escuelas necesitan una limpieza a fondo sobre todo en los patios, que en algunos casos son grandes.

 

Pero también algunas tienen algún vidrio quebrado, una fisura en la pared que se necesita resanar y sobre todo revisar para confirmar que no haya daño en las estructuras; habrá que darles mantenimiento a los climas, reparar algún foco, y en fin, pequeños detalles que se magnifican cuando fallan a la hora de la actividad escolar.

Son los maestros e intendentes quienes han acudido a los planteles para limpiar y poner en orden las cosas, pero en muchas de las escuelas, quedaron rebasados por los 15 meses de inactividad presencial, y requieren apoyo de la autoridad.

 

 

 

mvls 

  • Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de TELEDIARIO; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
LAS MÁS VISTAS