MONTERREY.- Se trata de un elemento tradicional que al paso de los años va revolucionado con sus múltiples sabores, colores y hasta formas de elaboración, es el pan de muerto, mismo que no puede faltar en la celebración del 2 de noviembre.
Este elemento significa la fraternidad hacia los seres queridos que se adelantaron en el camino, por lo que este día de muertos, muchas personas acudieron a las panaderías del área metropolitana. En una de ellas ubicada en el cruce de Miguel Nieto y 5 de Mayo, trabaja Juan Manuel; ahí, ante la alta demanda, cada hora rellenaron las charolas.
"Aquí hacemos el pan de muerto cada año, desde dos días antes la gente viene y se lleva el pan, en la mañana se acabó muy rápido y ahorita está saliendo calientito".
Con el paso del tiempo, la elaboración del pan de muerto ha ido cambiando, antes se horneaba con pocos ingredientes como harina, huevo y mantequilla; pero en la actualidad, las pastelerías mexicanas los hacen con relleno de muchos sabores, formas y colores. "Si, lleva lo que es la harina, el huevo, la mantequilla, sabor naranja, naranja rayada, y le ponemos mantequilla y azúcar", explicó Juan Manuel.
El origen del pan de muerto viene de la época prehispánica y de acuerdo con los historiadores su tradición formó parte de los sacrificios humanos de la época precolombina.
"Recordamos a mi papá que falleció hace como 30 años, a mi suegra , hace 3 y a mis hermanos que fallecieron el año pasado...los visitamos y les llevamos un panecillo", señaló la señora Leticia.
Actualmente su delicioso sabor es uno de los elementos principales de la tradición para honrar a los fieles difuntos. "Así es, lo hacemos por gusto, tradición mexicana y como un momento para reunión familiar, definitivamente recordar a tus seres queridos, orar, tener presentes sus pensamientos...la cultura mexicana es maravillosa y su comida más", dijo la señora Icela, tras acudir a la panadería.
En tanto y debido a la crisis financiera por la pandemia, algunos panaderos "apostaron" por producir en cantidades más controladas. "Sí, hacemos el más chico porque es el que más piden, y creo porque los ponen en el altar, por eso prefieren llevarse el chico más que el mediano o grande", concluyó el panadero.
Ya sea relleno de chocolate, de mantequilla, queso crema y hasta de cajeta, si usted celebrará esta tradición junto a su familia o si puso un altar, no olvide disfrutar del Pan de Muerto, y de paso, apoyar a los negocios que tanto lo requieren.
Rja