MONTERREY.- La enfermería es su vocación y el Hospital Universitario su segunda casa desde 1992.
Esta es la historia de Lilia Cristina García García, quien el próximo mes de junio cumplirá 29 años en servicio.
"Es mi vida. Tengo 28 años (trabajando en el HU) y ha habido oportunidades de ir a otras instituciones donde pagan más, pero cuando te apasiona lo que haces y estás a gusto donde estás, también tiene mucho que ver".
"Yo creo que esta es una de las profesiones que decides seguir, aún y cuando no tienes la remuneración económica que mucha gente espera", mencionó.
Desde los 16 años, Lilia Cristina descubrió que la enfermería era lo suyo. Apenas cursaba el tercer semestre de la Preparatoria Técnica Médica cuando comenzó a hacer prácticas en el Hospital Universitario. 28 años después, su cariño a esta profesión aumenta día a día cuando observa que pacientes recién nacidos, logran salir con vida de terapia intensiva.
"Los recién nacidos llegan a estar hasta tres meses internados. Entonces el verlos que se van a casa con la mamá (y están) chiquititos porque la mayoría son prematuros, te da mucha alegría. Y después verlos al año al año o año y medio que vienen a la consulta y te vienen a visitar o te manda una foto o así, es muy reconfortante".
"En cualquier área de la Medicina, pero sobretodo la Enfermería, es de las más gratificantes que hay”, dijo. Por otra parte, también hay casos en los que el pronóstico de un paciente es favorable, pero de la noche a la mañana, esto cambia.
"Sí, desafortunadamente es bastante tristeza porque sí te llegas a encariñar, quieras que no, aunque tengas que guardar tus emociones muchas veces, sí te llegas a encariñar, sobretodo con los niños". "Pero como en todos lados, tenemos que ser de tripas y corazón para darle fortaleza a la mamá, al familiar y guardarnos el sentimiento para nosotros", declaró. Ante una pandemia, como la que se vive hoy en día, la labor de Lilia Cristina y de los enfermeros es fundamental, debido a que dan al paciente el apoyo moral que necesitan y que no pueden dar los familiares al no poder entrar al hospital.
La enfermería no es una profesión sencilla, se requiere de tacto, empatía, resistencia, agallas y estabilidad emocional para convertirse en el acompañante de confianza en los momentos más difíciles.
mvls