MONTERREY.- Año con año, la familia Robles Lozano instala un altar de muertos en su casa para recordar a sus seres queridos que se adelantaron en el camino.
Fue hace 19 años cuando comenzaron con esta tradición tras el fallecimiento de un importante miembro familiar.
La colocación de dicho altar la inician desde los primeros días de octubre, para tener el tiempo suficiente de incluir todos los elementos necesarios.
Como parte de las ofrendas, colocan objetos personales de sus familiares así como frutas y platillos que acostumbraban disfrutar.
Para concluir el altar, colocarán las flores de cempasúchil, sal y agua.
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