Puebla. A finales de este año comenzarán a construir un nuevo penal en Puebla, esto para evitar condiciones de hacinamiento como ocurre en el reclusorio de San Miguel, en donde existen más de cuatro mil internos cuando fue diseñado para dos mil.
Durante la conferencia de prensa matutina, el gobernador Miguel Barbosa explicó que el proyecto va a requerir de una inversión de mil 700 millones de pesos; aunque no se ha precisado si el inmueble estará en la capital poblana u otro municipio, el mandatario informó que su administración ya analiza los terrenos para el destino del nuevo cereso.
Aparte del nuevo reclusorio, sostuvo que Puebla necesitaría dos más para sustituir los penales de San Pedro Cholula y Tehuacán, los cuales se encuentran en malas condiciones.
Comentó que se han destinado recursos para comprar tecnología y contratar psicólogos que permitan mejorar las condiciones de vida al interior de las cárceles de Puebla, pues demandó que delincuentes y bandas criminales las usan para operar delitos como la prostitución o el narcomenudeo.
Luego de que la Comisión Nacional de Derechos Humamos (CNDH) diera una calificación reprobatoria a Puebla por el manejo de su sistema penitenciario, Barbosa dijo que este organismo "no debiera de analizar la situación que existe sino las causas para resolverlo".
Abundó que "el sistema penitenciario del país está reprobado" porque "los centros penitenciarios no son de rehabilitación social, son de reclusión social", lo que complica las condiciones de vida de los reclusos.
El gobernador también recriminó a la CNDH no fijarse en acciones que su administración encaminó para mejorar las condiciones de los reos, como el Centro de Internamiento Especializado Para Adolescentes (CIEPA), que a raíz de la pandemia se convirtió en el primer reclusorio Covid-19, único en el país.
INFORMACIÓN: CARLOS MORALES, MILENIO PUEBLA
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